La premonición de Checo Pérez se cumple en Red Bull

El mexicano volverá a competir el próximo año tras una temporada en blanco y, ahora, recuerda sus palabras cuando le tocó abandonar el barco austríaco

La premonición de Checo Pérez se cumple en Red Bull
Horner, Newey, Checo Pérez y Helmut Marko ya no siguen en Red Bull. - Cordon Press

Checo Pérez lo supo desde el principio. El declive de Red Bull era cuestión de tiempo por mucho que Verstappen acabara logrando su cuarta corona consecutiva. Y pese a que el piloto neerlandés haya maquillado la temporada en este 2025 con un segundo puesto, la realidad que se vive en la escudería austríaca es la que es. La de un equipo venido a menos donde el proyecto cada vez tiene más colores grises.

Y de todo ello se dio cuenta antes que nadie el mexicano según las palabras que pronunció en su día. Y aunque nunca le desearía el mal a ningún compañero de profesión suyo, sigue manteniendo que sentarse en un monoplaza austríaco seguirá siendo complicado en el nuevo curso. A él le reemplazaron por Liam Lawson, al principio, y Yuki Tsunoda después. Ninguno respondió a las expectativas. Y, ahora, Checo Pérez regresará en 2026 a la parrilla de la mano de Cadillac.

En la última entrevista que ha concedido ha repasado la actualidad de los de la bebida energética en este último año. Y lo primero que ha hecho ha sido recordar las palabras que le dijo a Christian Horner cuando le despidieron: "Muchas gracias por todo, y realmente lo siento por quien llegue después de mí, porque le va a resultar muy difícil".

Subir más de 29 veces en cuatro temporadas (sus números) con un coche que iba ya a menos, no iba a ser tarea fácil para nadie: con el equipo austriaco y asegura haber comprendido y aceptado rápidamente el lugar que le correspondía: "Supe desde el primer día que había que ser inteligente. Sabía cuál era mi papel, sabía que este proyecto se había desarrollado para Verstappen. Cuando llegué, empecé a ponerlos un poco nerviosos, pero sabía que había muchos intereses en juego y que no podía ir en contra del sistema. Lo que pasó en Red Bull, al final, sabía que era lo mejor que me podía pasar. Porque estar en Red Bull, en las condiciones que tuve, era extremadamente exigente. Y cualquier piloto que haya llegado o llegue seguirá enfrentándose a los mismos problemas, porque es un coche muy complejo de pilotar, con el que hay que adaptarse constantemente al estilo de Verstappen".

A sus 35 años, regresará a la acción el próximo mes de enero y ahora tendrá de rival al propio Max. Y no le augura buen futuro a Isak Hadjar, que será su compañero en Red Bull este próximo curso: "Creo que se va a convertir en el mejor piloto de la historia de la F1, el proyecto Red Bull está construido para él. Tenía que ser inteligente y pensar a largo plazo. Miren cómo han resultado las cosas: los pilotos no duran mucho junto a Verstappen, y hoy en día, nadie recuerda que tenían un segundo piloto".