Verstappen pide perdón, a su manera

Son muchos los pilotos que celebraron ayer el cruce de cables que tuvo Max Verstappen en el trazado de Montmeló cuando quedaban apenas seis vueltas para la conclusión del Gran Premio de España.

Su equipo le dejó fuera de juego cuando decidieron que pasar por boxes aprovechando el Safety Car y le colocaron neumáticos duros. Porque, entre otras cosas, el tetracampeón se olía lo que pasaría. Y así fue, no sólo no pudo alcanzar a los McLaren sino que también se vio sorprendido por Charles Leclerc, quien aprovechó su primer descuido para robarle la tercera plaza.

Pero ahí no quedó la cosa., porque al llegar al vértice de esa curva 1 fue George Russell quien le atacó, provocando un toque y una salida de pista del piloto de Red Bull para poder mantener la posición. Posteriormente, Verstappen hizo caso a la recomendación de su ingeniero y devolvió la posición a Russell momentáneamente, pero le tiró el coche de nuevo en el vértice de la curva 5 fruto de semejante frustración y acabó colisionando con él de forma lateral.

Los comisarios de la carrera no lo dudaron ni un segundo y acabaron imponiéndole un castigo de diez segundos que acabaría relegándole a la décima plaza provocando el ascenso de todos los pilotos que quedaron por detrás de él, entre ellos Fernando Alonso.

Una vez finalizada la carrera, el piloto de Mercedes no dudó en dejarle un recadito ante los micrófonos en rueda de prensa. El británico dijo que estaba preocupado por los niños pequeños que veían las carreras y el piloto de Red Bull no dudó en responderle: "Bueno, traeré algunos pañuelos la próxima vez".

Asimismo, también se mostró muy grosero con ciertas preguntas de los periodistas, no dando su brazo a torcer, pero horas después, el vigente campeón del mundo ha analizado en frío todo lo sucedido en tierras catalanas y no le ha quedado más remedio que dar marcha atrás. Ha reconocido su error en este certamen y, aunque lo ha hecho a través de lnstagram, no ha dudado en pedir disculpas a su manera: "Tuvimos una estrategia emocionante y una buena carrera en Barcelona, hasta que salió el coche de seguridad. Nuestra elección de neumáticos al final y algunos movimientos después de que el coche de seguridad, crearon mi frustración, lo que provocó un movimiento que no era correcto y no debería haber sucedido. Siempre doy todo por el equipo y las emociones pueden estar al límite. Algunos ganan juntos, otros pierden juntos. Nos vemos en Montreal".