La larga sombra de Marc Márquez afecta a todos
Lo que ha hecho Marc Márquez en este 2025, su primer año en el Ducati Lenovo, ha sido una demostración del nivel del mejor piloto del mundo, pero tal es su aura que incluso sustituirle es un problema, como para Nicolò Bulega

Sustituir a Marc Márquez no es ni mucho menos tarea fácil, pues una vez que el campeón del mundo se fue al suelo en el Gran Premio de Indonesia, sufriendo una dura lesión que le ha tenido tres meses en el dique seco, Ducati tenía un problema, sustituirlo. Para ello optaron, en los dos primeras pruebas en las que causó baja, por el probador de la GP25, Michelle Pirro, mientras que en los dos últimos fines de semana fueron un paso más allá, subiendo a la moto del 93 a la gran estrella de Borgo Panigale en el mundial de Superbikes, Nicolò Bulega, aunque tuvo sus grandes dudas a la hora de aceptar el encargo.
Y es que subir a la moto de todo un gran campeón como Márquez, el mejor de esta era y quizá de la historia, es un gran reto, incluso para uno de los niños bonitos de la marca italiana, que desde el año que viene será piloto probador de motoGP mientras compagina su actividad con el certamen de las motos de serie. Pero al final, pese al miedo, aceptó, y aún sin resultados brutales, si que dio una muy buena versión de si mismo, dejando muy contentos a los mandamases rojos.

El empujón final, de Valentino Rossi
Asumir una responsabilidad como la de subirse de Márquez fue difícil para Bulega, sin embargo, el último empujón se lo dio alguien inesperado por la relación que tiene con el de Cervera, Valentino Rossi. El 46 sigue ligado a las carreras con su equipo y aunque ahora corre sobre 4 ruedas es una voz autorizada, lo que sumado a que tiene una gran relación con Bulega le permitió aconsejarle, pues el 11 sabe que si le hace falta, tiene un gran apoyo en el de Tavullia, y en este caso no fue diferente: “En ese momento, no niego que tenía algunas dudas, pero él me dijo que me importara un bledo y simplemente corriera”.
Y no solo Rossi, también tuvo a Marc a su lado, pues nadie conoce mejor esa moto que él mismo, pues con ella fue campeón cinco carreras antes del final y eso fue un gran apoyo para el transalpino, especialmente en la segunda carrera que disputó, en Cheste: “Él estaba presente en Valencia, hablamos, nos confrontamos y al final de las reuniones escuchaba sus palabras. Tener a Marc ofreciendo su punto de vista te quita cualquier duda”.