El pacto secreto de Fernando Alonso

Gabriel Bortoleto, joven piloto de Sauber, reveló la charla privada que tuvo con Fernando Alonso antes del GP de Italia y que condicionó su duelo en pista

El pacto secreto de Fernando Alonso
Fernando Alonso orquestó un plan secreto con su "alumno" Bortoleto - Cordon Press

Monza siempre ofrece historias más allá de la pura velocidad, y este Gran Premio de Italia no fue la excepción. Fernando Alonso vio cómo se truncaba un fin de semana brillante en la vuelta 26, cuando la suspensión trasera de su Aston Martin AMR25 dijo basta. Hasta ese momento, el bicampeón del mundo había peleado con uñas y dientes por un sexto puesto que hubiera sabido a gloria en un trazado tan desfavorable para su monoplaza.

El circuito italiano, rápido y exigente con los coches carentes de velocidad punta, parecía una trampa imposible para Aston Martin. Sin embargo, Alonso volvió a exprimir cada giro al límite, beneficiándose de una estrategia inteligente y, sobre todo, de un inesperado aliado: Gabriel Bortoleto, piloto de Sauber y miembro de la agencia de representación A14 Management, creada precisamente por el asturiano.

Un plan estratégico que venía de antes

El propio Bortoleto reveló el pacto secreto al término de la carrera. “Es complicado, pero conmigo charló antes de salir. Me dijo que solo necesitaba mi rebufo. Que no me iba a adelantar porque no tenía velocidad”, confesó el brasileño en F1TV. Así, mientras el Aston sufría en recta, el Sauber de Bortoleto —con más de 12 km/h de ventaja en velocidad punta— actuaba como salvavidas para mantener a Alonso en la pelea.

La maniobra fue más allá de la pura aspiración aerodinámica. En boxes también hubo un momento clave. “Entramos al pit y vi humo detrás. Pensé que me iba a destruir. Pero hizo una parada increíble y salió delante”, explicó el paulista, que reconoció haberse sorprendido por el empuje y la garra de su maestro.

El duelo se mantuvo vivo durante varias vueltas, con Alonso defendiéndose con maestría a pesar de las limitaciones mecánicas de su coche. Bortoleto admitió que lo dio todo: “Yo tenía más punta, pero él empujaba con todo, deslizaba al límite. Es genial pelear con él, me encanta hacerlo”. Finalmente, el sueño de Alonso se evaporó en Ascari con la rotura de la suspensión, justo cuando apuntaba a los puntos.

No sirvió para mucho

El brasileño cruzó la meta octavo, firmando su cuarta presencia en el top-10 de la temporada, después de brillar también en Hungría, Spa y en el propio trazado italiano. Para Alonso, en cambio, la decepción fue evidente, aunque se marchó con la certeza de que su legado sigue creciendo a través de sus pupilos.

El vínculo entre maestro y alumno ya ha dejado capítulos memorables en 2025: el límite en Arabia, la batalla de Austria, la ayuda táctica en Hungría… y ahora el “favor” de Monza. Un episodio que confirma que, incluso en días grises, Fernando Alonso sigue escribiendo historias que trascienden los resultados.