Pecco Bagnaia se pone borde
El piloto italiano ha encontrado en el Gran Premio de Japón la mejor Ducati en meses y ha mandado un mensaje muy claro a su equipo

Tras los varapalos que han supuesto los dos últimos grandes premios para Pecco Bagnaia, verlo de nuevo luchando en las primeras posiciones hacía que desde su box sacaran pecho. El piloto piamontés volaba en la primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Japón de MotoGP y, aunque en la segunda sesión, bajaba sus prestaciones y se encontraba con los mismos problemas que el resto, dio una muy buena nota al día, en el que pudo entrar con solvencia en la Q2.
Tal era la felicidad en el box del equipo oficial de Ducati que el siempre expresivo Davide Tardozzi no dudaba en decir que "Pecco está de vuelta, seguro". El propio Bagnaia daba en cierto modo la razón a su jefe de equipo, que había añadido que creía que habían "encontrado el camino".
"El día empezó de la manera correcta, me encontré bien desde el principio. Lo que probé en el test de Misano me ayudó bastante", ratificaba Bagnaia, en consonancia con lo dicho por Tardozzi. "Probamos todo el material que ya teníamos, pero que no habíamos tenido la oportunidad de probar a fondo durante la temporada. Misano es un circuito con mucho grip y la diferencia no era grande; en Motegi hay menos y me siento aún mejor", ratificaba Pecco.
Pecco Bagnaia encuentra su moto
El vigente subcampeón del mundo fue más allá y desvelo que eran piezas que habían probado en la pretemporada, pero que habían evolucionado y hasta ahora no las habían podido probar con total fiabilidad. "Ya había usado las piezas en Malasia y Tailandia, pero luego las quité. El test en Buriram fue un poco inútil para mí, porque fui lento; luego, en el de Jerez fue un poco mejor, pero Misano fue el primer test verdadero", añadía un Bagnaia que destacó el haber podido "pilotar de forma fluida" todo el tiempo. "Hoy más optimista, veremos mañana", advertía.

El piloto de Turín tenía claro que la clave era poder frenar como a él le gusta y en Motegi ha podido. "Me sentí bien, pude frenar correctamente. Hice una pequeña comparación con la sesión de libres del año pasado y hoy frenaba un poco más fuerte. Como en 2024, fui 1° en la primera sesión y 7° en la segunda; esperemos que sea un buen presagio", adelantó.
A partir de ahí, el piloto de Ducati alzó la voz, se puso serio y sólo pidió una cosa: que no le toquen la moto. Que la dejen como está. "Mantenemos la calma, pero, de todos modos, no voy a dejar que toquen nada. Mañana, el objetivo es estar entre los cinco primeros, también en clasificación. Lo intentaré", avisó.