Jon Rahm, hundido
El golfista español acabó casi sin palabras tras una segunda jornada del Open Británico en la que se quedó muy lejos de las expectativas

Batacazo importante el que se ha pegado Jon Rahm en la segunda jornada del Open Británico. Si el primer día podemos decir que sentó las bases para darse la oportunidad de pelear por el título, este viernes esas mismas han saltado por los aires salvo milagro, ya que se encuentra en 25ª posición estando al par, 10 golpes por detrás de un Scottie Scheffler que lidera con -10. Como no puede ser de otro modo, el de Barrika hace un balance muy negativo de su actuación. Está hundido.
"Sí. Ha sido un día frustrante con siete hoyos muy buenos y de ahí en adelante nada. No creo que haya fallado por el putt. Quitando que hice tres en el 16, no es que tuviese opciones cercanas para meterla. Me quedaba siempre a más de cinco metros y eso hace que no sea fácil. Obviamente dejar corta la bola es mi culpa. Tampoco he estado bien desde el tee. Cada vez que fallaba la calle quedaba en mala posición. Tampoco ha acompañado la suerte para obtener un mejor resultado. He tenido mis opciones y no las he aprovechado", expresa en declaraciones a Movistar+.
Respecto a si la climatología le ha afectado, el español afirma que en el día de hoy toda la culpa recae sobre él, ya que lo tenía 'sencillo' para haberlo hecho mucho mejor en un campo que en caso alguno estaba complicado.
"Quitando tres hoyos el campo estaba facilísimo, más fácil no podía estar. Hoy no hay excusa. Ayer quizás sí jugué bien e influyó tener un mal turno. Hoy en los que ha llovido he hecho birdie. Simplemente jugué mal", explica.
Aún en caliente, Rahm afirma que en caso alguno renuncia a una remontada durante el fin de semana, pero en estos momentos en incapaz de visualizar nada positivo, ya que su enfado y frustración le superan.
"Acabo de terminar y no es que no me de opciones, es que estoy de mala leche. He terminado fatal. No tiene perdón el bogey del 16 y sin perdón en el 18... Con el hueco que hay en ese green... Son golpes malos. He jugado muy mal y estoy enfadado", sentencia.