Carlos Alcaraz se olvida del dolor en Tokio

Carlos Alcaraz necesitaba buenas noticias en Tokio tras el primer día en el que un tropezón casi le cuesta el tobillo ante Seba Báez en primera ronda. Durante los dos días previos se especuló con que no iba a poder saltar a pista en segunda ronda y de hecho, una reunión de todo el equipo tras el calentamiento matutino advertía de lo peor. Sin embargo, finalmente no ha sido para tanto y ha podido jugar, y lo ha hecho con una solvencia más que destacada, batiendo a Zizou Bergs en dos sets y certificando su pase a cuartos de final.

Pero al final la cautela con la que el número uno del mundo ha tratado las consecuencias del resbalón ha sido la mejora decisión. El murciano no entrenó el viernes, jornada de descanso para él, y antes del inicio del choque de octavos contra Bergs se probó sobre la pista. Una protección en la zona dañada fue el único síntoma aparente del preocupante tropiezo en la cancha ante Báez. Después, en acción, no dio síntomas de molestia o incomodidad alguna y sacó adelante con solvencia, en ochenta minutos, un contratiempo ante un adversario que no le exigió en exceso.

Un rival duro

El belga, 45 del mundo se que apuntó a la batalla desde el inicio, cuando quizá en su mejor momento del choque, rompió el saque del español y se situó con 2-1 y saque. Fue una advertencia para Alcaraz, que aceleró entonces. Ganó cuatro juegos del tirón y se situó a punto de ganar el primer set y ampliar su buena racha, algo que al final amarró al resto, poniendo el 6-4. La dinámica del español de 22 años, que no cede un encuentro en el circuito ATP desde que perdió con tras el italiano Jannik Sinner en la final de Wimbledon, aunque días atrás, en la Laver Cup sucumbió frente a Taylor Fritz, encarriló el segundo parcial con un claro 3-0.

No le resultó tan sencillo como parecía cerrar su victoria 64 del 2025. Bergs no está a la altura de los más grandes, pero planta batalla siempre que puede. Sobre todo al resto. Rompió tres veces a lo largo del choque el servicio del español. En una de ellas se situó con 3-2, aunque Alcaraz también quebró y recuperó la distancias. Y ya no desperdició la ocasión para amarrar el objetivo con 6-3 después de solo ochenta minutos sobre la pista. El español jugará en la siguiente ronda, el domingo, en el último choque de la sesión del Ariake Coosseum, contra el estadounidense Brangon Nakashima, que superó al húngaro Marton Fucsovics por 7-5 y 6-3