La desgarradora confesión de Tsitsipas
El griego se sincera sobre su bajón, las lesiones y la ansiedad que le persiguen

Stefanos Tsitsipas no logra ver la luz al final del túnel. El tenista heleno, que hace apenas un par de temporadas parecía destinado a reinar en el circuito, ha reconocido públicamente que está viviendo una de las etapas más duras de su vida profesional y personal. Su bajo rendimiento, unido a las molestias físicas y la incertidumbre sobre su estado real, lo han llevado a hablar con crudeza de un “trauma” que lo está marcando.
Estrés y dudas constantes
El griego explicó que los problemas físicos han sido una losa constante durante todo el verano. “Estoy lidiando con mi lesión, intentando encontrar la manera de sanarme, consultando con muchos especialistas y haciendo de todo para entender bien qué me está sucediendo”, señaló. Asegura que, pese a haber entrenado bien antes del US Open, el dolor volvió en cuanto empezó a competir. “Siento mucho estrés y ansiedad, creo que eso influye, así como la desconfianza en mi tenis que siento al no haber ganado casi partidos en los últimos meses”, añadió.

Sus palabras transmiten un escenario de incertidumbre y miedo. Incluso en Nueva York, ante Altmaier, necesitó atención médica en varias ocasiones. “He experimentado pensamientos muy negativos porque esperaba estar mucho mejor de la lesión de espalda. Han sido semanas con muchas cosas desagradables de las cuales la gente no tiene ni idea”, lamentó.
Salud mental y redes sociales
El aspecto mental ha cobrado un peso enorme en su día a día. “Entrar a un partido y sentir molestias inmediatamente es algo que me destroza anímicamente. Mentalmente, ver que no estás en condiciones de competir después de todo eso, me desestabiliza profundamente. He pasado por un trauma últimamente y no puedo prometer demasiado respecto a lo que pueda hacer en esta eliminatoria de Copa Davis”, reconoció.
Además, Tsitsipas admitió que ha tenido que luchar contra la dependencia de las redes sociales, que utilizaba como refugio en sus peores momentos. “Me vi pasando horas con el teléfono móvil, viendo vídeos. Quiero independizarme de ellas porque es una cuestión de salud mental, y quiero inspirar a otros jóvenes a que también lo hagan”, confesó.
El griego, pese a todo, no se rinde. La Copa Davis aparece como una oportunidad para volver a disfrutar de su tenis y, sobre todo, para reencontrarse consigo mismo. Aunque el camino no será sencillo, sus palabras dejan claro que está dispuesto a luchar contra las dudas, el dolor y la ansiedad que lo persiguen.