Tres meses no son nada, o al ,menos así es para Jannik Sinner. El tenista transalpino ha estado ese tiempo alejado de las pistas por su positivo en clostebol del año pasado y aunque había dudas sobre como le podía haber sentado la inactividad, las ha disipado en unos pocos minutos. En medio de una gran fiesta en la pista central del Foro Itálico, el de San Cándido ha pasado por encima de Mariano Navone sin muchos problemas, mostrando alguna pequeña duda puntual, pero en general con mucha seguridad, mostrando nuevas armas en su juego, moviéndose bien y sobre todo, dando miedo a sus rivales, que saben perfectamente que el mejor del mundo está de vuelta.
El campeón del Open de Australia llevaba sin jugar precisamente desde esa gran victoria en Melbourne, y aunque de inicio ha estado a punto de perder un saque por el ímpetu del argentino, crecido, pero la ha salvado y ese ha sido el 'click' necesario para aumentar una marcha y conseguir una rotura. La misma que a la larga le ha terminado dando el parcial por 6-3. Si algo se podía destacar en este momento del juego del astro es que se estaba moviendo sumamente bien y en su derecha se podía apreciar mucho más efecto liftado, ambas cualidades que le hacen tremendamente peligroso estas semanas en Roma y Rolan Garros.
En el segundo set la historia fue otra. Sinner estaba cada vez a mayor ritmo, pero lejos de venirse abajo, Navone se agarró a la pista. Aunque ninguno de los dos consiguió estar seguro con su saque. Las roturas se sucedían una tras otra. El revés de Sinner, tan dominante como inconsistente, le dio alas a un Navone que encontró el agujero y durante gran parte del parcial soñó con forzar el tercero. El punto de inflexión fue el séptimo, cuando una rotura de Sinner pareció poner fin al duelo, pero no la confirmó.
Y con 4-4, en el siempre crucial noveno, Navone no pudo más y se dejó otro servicio, lo que dio la oportunidad a Sinner de cerrar el partido con su saque y ahí no falló, 6-3 y 6-4 en poco más de hora y media y a descansar para el lunes, cuando volverá a convertir la gran central en una fiesta ante Jesper de Jong, la gran sorpresa de estos días, que ha llegado como 'lucky loser' al cuadro final y lejos de ser una simple comparsa, ha pasado por encima de Alejandro Davidovich, aunque ahora tendrá un reto mayúsculo.