El sorpresón de Roma acaba con la reina de la tierra batida

Hablar de tenis femenino en tierra batida es sinónimo de hacerlo de Iga Swiatek. La jugadora polaca ha sido la gran dominadora de esta superficie, de hecho, el año pasado ganó Madrid, Roma y Roland Garros seguidos, en una actuación digna del mejor Rafa Nadal. Pero tan solo han pasado 12 meses y ahora mismo la situación es muy distinta. Tras ser arrollada brutalmente por Coco Gauff en la semifinal de Madrid, llegaba a Roma con las ganas y la ilusión de recuperarse del varapalo y encontrar de nuevo las sensaciones de cara a París, pero nada más lejos de la realidad. Danielle Collins le ha pasado por encima y llegará al segundo grande del curso sin haber pisado una sola final en toda la temporada.

Collins no está en un gran estado de forma y la arcilla le suele costar, pero eso no ha sido impedimento para arrollar la número 2 del mundo. En el primer set no ha tenido oposición hasta cerrarlo por 6-1 y en el segunda, la cosa se ha igualado, pero en el momento clave ha subido de nuevo el nivel para cerrarlo por 7-5. Con este resultado la defensora del título cae hasta el puesto 4 del ranking WTA y sobre todo, empieza a preocupar de cara al futuro, más aún porque la diferencia que tiene ahora mismo Aryna Sabalenka parece poner fin a la disputa entre ellas de los últimos años.

¿Y ahora que le depara el futuro a Iga Swiatek?

Ahora la pregunta es muy clara, y no es otra que el que va a ser de Swiatek a partir de ahora. La caída en el ranking de haber perdido los puntos en Madrid y sobre todo, en Roma, ha sido grande, pero más puede serlo según lo que pase en Roland Garros. Cuando quedan poco más de dos semanas para que comience la acción en París, la de Varsovia está en el peor momento de sus últimos años. Si hay un torneo en el que se crezca ese es el grande galo, pero ahora mismo no parece estar en situación de defender los 2000 puntos que se juega.

Ya filtró la prensa polaca que ha pensando en tomarse unas semanas descanso y no volver hasta el US Open en caso de pinchazos grandes en Roma y París, y tras lo visto ante Collins hoy es más que posible que lo necesite. No obstante, tras haber ganado cuatro veces la Copa de los Mosqueteros, no podemos darla por muerta y es posible que veamos una resurrección que la devuelva a esa posición de mando que tanto tiempo ha ocupado.