Kyrgios arrasa a Sabalenka en la Batalla de los Sexos
Nick Kyrgios ha dominado con mucha solvencia a Aryna Sabalenka en una descafeinada Batalla de los Sexos en la que el tenis ha sido lo de menos y la igualdad ha estado lejos de aparecer

El tenis es uno de los deportes en el que el físico es más importante y genera la diferencia entre quien se enfrente. Partiendo de esta premisa la Batalla de los Sexos entre Aryna Sabalenka y Nick Kyrgios comenzaba desnivelada, e incluso el 9% más pequeño de la pista de la bielorrusa parecía poco como para paliar el margen entre ambos, lo que ha quedado demostrado en Dubai, donde un Kyrgios a años luz de su mejor nivel físico ha arrasado a la número 1 de la WTA en dos sets, por un doble 6-3 que deja poco a la imaginación.
Ya lo avisaba otra antigua número 1 como Garbiñe Muguruza, que dijo en COPE que incluso en sus mejores momentos, un jugador masculino junior le ganaba sin excesivos problemas. Y eso es exactamente lo que se ha podido apreciar, en este caso no con un tenista en formación, si no que un Kyrgios de 30 años y que lleva uno sin apenas pisar una pista por culpa de las lesiones y lejísimos de su mejor forma, ha superado sin problemas a quien controla con puño de hierro el tenis femenino, una Sabalenka que pese a todo lo que ha ganado en los últimos años, no ha encontrado la forma de hacerle daño al 'aussie'.

No hubo pelea
No hubo pelea al menos entre Kyrgios y Sabalenka, en un duelo sin ritmo, sin intensidad, con dos jugadores sin excederse en sus esfuerzos, especialmente el australiano, pausado, sin aceleración. Le bastó con cierto tino en el servicio al jugador de la ATP para plasmar su superioridad. Y eso que cada tenista contaba con tan solo un intento, lo que lastró especialmente a la bielorrusa, que de por sí tiene un problema en su juego con fallar más servicios de la cuenta, mientras que si algo tiene Nick es un buen saque.
En el primer set le sirvió con mantener el tipo y esperar que a Sabalenka se le complicara un turno, mientras que en el siguiente Aryna se puso por delante con un quiebre inicial y a partir de ahí llegó a gozar con ventaja, sin embargo, la mejora de un Kyrgios que se movió algo más y limitó el uso de las dejadas, con las que se había atascado, consiguió cerrar el partido tras cuatro juegos seguidos. Una victoria que poco tiene que ver con el tenis, en un espectáculo que ha tenido poco en lo deportivo, pero que ha teñido Dubai de jolgorio.