Swiatek se derrumba

La actual número 3 del mundo desvela por fin cómo vivió su positivo por trimetazidina y la sanción que casi arruina su carrera.

Swiatek se derrumba
Swiatek analiza uno de los peores momentos de su vida - Cordon Press

Iga Swiatek, reciente campeona de Wimbledon, ha confesado en el pódcast de Andy Roddick cómo vivió uno de los momentos más oscuros de su carrera: su positivo por dopaje en 2024. La polaca, sancionada durante un mes, admite que estuvo dos semanas llorando y que llegó a pensar que su carrera había terminado.

La polaca ha querido cerrar definitivamente un capítulo que casi la derrumba. La campeona de seis Grand Slams y número 1 del mundo durante buena parte de 2024 ha revelado cómo fue el duro proceso que vivió tras dar positivo por trimetazidina, una sustancia prohibida que apareció en su organismo de forma accidental.

En una entrevista con Andy Roddick, Swiatek confesó que recibió el correo con la noticia mientras posaba en una sesión de fotos en Varsovia. “Miré el móvil, vi el email y empecé a llorar al instante”, recuerda. “Llamé a mis agentes, a mi psicóloga, a mi preparador físico, a mi médico… y contratamos un abogado en ese mismo momento. Fue un desastre total”.

La sanción que no olvidará

El positivo llegó el 12 de septiembre de 2024 y le costó una suspensión provisional. Aunque no se perdió muchos torneos —ya había cumplido 22 días de inhabilitación entre septiembre y octubre— la sanción oficial fue de un mes, según dictó la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) el 28 de noviembre. El organismo aceptó que la sustancia llegó a su cuerpo a través de unas pastillas de melatonina contaminadas.

Durante ese periodo, Swiatek tocó fondo. “Estuve dos semanas llorando. No podía pisar una pista. Sentía que el tenis me estaba haciendo eso, que mi integridad se había perdido y que todo lo que había conseguido se iba a borrar de golpe”, explicó.

La tenista venía de conquistar Roland Garros y de ganar una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París, y estaba en plena lucha por recuperar el número uno que en ese momento ocupaba Aryna Sabalenka.

Su regreso, marcado por la presión

Aunque volvió a jugar en el WTA Finals y la Billie Jean King Cup, Swiatek sintió que algo había cambiado. “Cuando volví, la gente parecía haber olvidado lo que había pasado. Subí un vídeo a Instagram para contarlo todo, pero por dentro sentía que el mundo me estaba destrozando la vida”.

Ahora, con el título de Wimbledon bajo el brazo y una sonrisa más sincera que nunca, la polaca asegura que ha aprendido a relativizar. “Mi equipo, y sobre todo mi psicóloga, me ayudaron mucho. Me centré en mí, en mis retos, y lo conseguí. Ahora soy feliz, y no me importa nada más (se ríe)”.

El golpe fue duro, pero Swiatek lo ha superado. Y su mensaje deja claro que hasta las grandes campeonas tienen que pelear sus propias batallas lejos de la pista.