Swiatek y Sabalenka tienen una cita en París
El sorteo del cuadro de Roland Garros, sumado a la caída en el ranking de Iga Swiatek, han hecho que la cuatro veces campeona se pueda medir en unas hipotéticas semifinales a su gran rival generacional, la número 1 del mundo, Aryna Sabalenka

París es la ciudad del amor, pero hay dos semanas al año en la que se convierte en la de la guerra. Exactamente en el tiempo que dura Roland Garros, cuando el Bosque de Bolonia acoge la cita más esperada del calendario tenístico. La tierra batida de la capital gala ha sido escenario de duelos que son parte intrínseca de la historia del tenis, y este 2025 apunta a ser de nuevo un capítulo especial de esta. En el cuadro masculino la gran expectativa es ver a Carlos Alcaraz y Jannik Sinner luchando en la gran final, pero en el femenina es diferente, ya que las dos referentes de los últimos años, Aryna Sabalenka e Iga Swiatek, se podrían cruzar incluso antes.
Para ponernos en contexto hay que repasar la temporada de la polaca, absoluta emperatriz de París, pues ha ganado el torneo en cuatro ocasiones, las tres últimas consecutivas, y no hay nadie que le tosa en la Philippe Chatrier. Sin embargo, en 2025 su estado de forma es dramático, con duras derrotas en Madrid o Roma, y sin obtener buenos resultados en ningún torneo. La caída ha sido tan drástica, que llega como la quinta raqueta de la WTA.

Un camino de espinas con un final gigante
Esto ha hecho que su cuadro sea una agonía, con rivales de la talla de Elena Rybakina, Emma Raducanu o Jelena Ostapenko, a la que jamás ha ganado en sus seis enfrentamientos previos. Sin embargo, si supera todas estas piedras en su camino, algo que no se puede asegurar teniendo en cuenta su estado de forma, le tocaría en cuartos de final la campeona del WTA 1000 de Roma y su rival en la final del año pasado, Jasmine Paolini. La italiana es todo lo contrario, pues llega en un momento muy dulce. Y de superarla, la 'final boss', Aryna Sabalenka.
La bielurrusa jamás ha ganado Roland Garros, pero si hay un año en el que pueda lograrlo, es este. No tiene un cuadro tan duro, y en una hipotética semifinal jugar ante su gran rival generacional puede ser un momento histórico. De hecho, la de Minsk está ante su gran oportunidad, pues nunca ha sido capaz de pasar de las semifinales en la arcilla parisina. Aunque antes de llegar a esa cota tendría un hueso muy duro en cuartos con la china Qinwen Zheng, quien la apeó en la misma ronda hace unas semanas en el Foro Itálico.