Iga Swiatek toca techo en Riad y busca explicaciones espirituales
La tenista polaca se ha despedido a las primeras de cambio de las WTA Finals y reconoce que se ha llevado un palo con su eliminación

La estadounidense Amanda Anisimova le remontó el partido y le ha hecho hacer las maletas a las primeras de cambio (6-7(3), 6-4 y 6-2). Y aunque antes de su participación en las WTA Finals daba por bueno su gran año en este 2025 por la consecución de Wimbledon, ahora Iga Swiatek sabe que ha perdido una oportunidad inmejorable para terminar la temporada avisando a Sabalenka de lo que le espera en 2026.
La número dos del mundo ha sido eliminada por una Anisimova que, desde que cayera frente a ella en la final del Grand Slam británico por un doble 6-0, parece haberle cogido la medida. Le ganó en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos y ahora, en Riad. Y eso que la norteamericana era la única debutante de las ocho protagonistas en tierras saudíes.
Tras esta segunda derrota en la primera fase de la 'Copa de Maestras', perdió ante la kazaja Elena Rybakina, Swiatek trató de buscar explicaciones espirituales a su eliminación repentina en la sala de prensa: "Sinceramente, hice todo lo que pude hoy, así que no me arrepiento de nada. Sentí que estaba en mi lugar, que afronté el partido con una mentalidad positiva. Vale, quizás dejé algunas cosas demasiado cortas, pero sabes que no siempre el tenis va a ser perfecto. Luché y no me rendí. No fue suficiente, lo que me entristece, pero ahora toca entender que, supongo, cuando lo das todo y no es suficiente, simplemente significa que necesitas mejorar tu tenis".
Una autocrítica un tanto suave para no macharse mucho públicamente, pero conociendo el carácter de la polaca lo peor llegará cuando se encierre en su habitación: "Debo decir que me sentí bien física, mental y tenísticamente. Las condiciones y todo el entorno fueron positivas. No soy capaz de explicar el por qué no he podido pasar de la fase de grupos. No lo sé, quizás he ganado demasiado en años anteriores y esto es el karma. Es difícil de decir. Siento que es un poco raro. No es que lo dé por sentado, pero por pasadas experiencias, si juego con tanta intensidad y garra como hoy, y me importa tanto el triunfo como hoy, normalmente recogía los frutos. Voy a seguir trabajando, y veremos si próximamente recojo esos frutos".

Con este varapalo, Iga Swiatek se marchará de vacaciones anticipadas y se despide de un circuito en el que esta temporada ha estado oscilando entre el octavo puesto y el segundo. Y, por si fuera poco, se va añadiendo a sus vitrinas tres títulos más. Porque además de ganar Wimbledon por primera vez, se adjudicó la corona en Seúl y Cincinnati.