Palo para Mediaset: 44 millones de multa
El grupo televisivo ha sido condenado a pagar esa cantidad por los años que emitió ‘Pasapalabra’ sin tener los derechos para ello

El programa que actualmente presenta Roberto Leal es uno de los más famosos de la historia televisiva española. Son más de 20 años de un formato que consiguió enganchar tarde tras tarde a millones de personas que buscaban mezclar el entretenimiento con la cultura o el intelecto. Ahora el programa hace algunos años que se emite en Antena 3, donde volvió, pero durante muchos años, se emitió en Telecinco con Christian Gálvez como presentador. Fue probablemente durante esa etapa la que el programa logró establecerse como una referencia de la televisión nacional. Sin embargo todo apunta a que esos años, al menos algunos de ellos, no se desarrollaron dentro de la legalidad. Y es que, ahora el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha dictado un auto en el que declara que concretamente Mediaset deberá abonar 44,3 millones de multa a ITV Studios, titular de los derechos del formato original. Fue entre 2012 y 2019 cuando se produjeron los hechos, después de que hasta 2011 sí hubiera relación contractual entre ambas empresas ya que fueron los británicos los creadores del programa ‘The Alphabet Game’, que consideran que es la base del éxito del actual programa español.
Una sentencia que se puede recurrir
El programa de ‘Pasapalabra’ tuvo sus inicios en junio del 2000, en Antena 3. Tras 7 años, en 2007, los derechos fueron directamente comprados por Telecinco a ITV Studios. Sin embargo, muy poco tiempo después los españoles decidieron romper la relación contractual. Ellos alegaron que realmente la promotora británica no tenía los derechos porque existía mucha diferencia entre un programa y otro. Por su parte los ingleses entendía que la principal inspiración, y que justificaba el pago de derechos de propiedad, era su prueba final, El Rosco.
Esta sentencia da por cerrada por tanto la que ya se dio en 2019 cuando el Supremo obligó a Mediaset a dejar de emitir el programa de manera radical y a pagar la compensación de la propiedad intelectual a la empresa británica. El grupo español por su parte todavía puede recurrir a esta última sentencia, y todo apunta a que lo hará. Su defensa alega que realmente, tanto el nombre, como la prueba final, que son las bases del conflicto, realmente se originaron en Italia, de donde procede el grupo de Mediaset, y que por tanto no son parte del paquete de venta de ITV. También se alegó en su momento que de desconocía realmente la titularidad del programa, a lo que el juez del Supremo en su momento no le dio valor, catalogándolo de inverosímil dadas las características de un gran grupo como es