Simeone, técnico del Atlético, pide más a sus jugadores tras la victoria ante el Girona: “Para llegar al lugar que queremos no alcanza el 100%, hay que dar el 110 o 120”

El Atlético de Madrid cerró el año 2025 con una convincente victoria a domicilio ante el Girona por 0-3 en Montilivi. Más allá del resultado, Diego Simeone destacó la evolución del equipo, el peso del banquillo y la sensación de crecimiento en un tramo de la temporada que invita al optimismo

Simeone, técnico del Atlético, pide más a sus jugadores tras la victoria ante el Girona: “Para llegar al lugar que queremos no alcanza el 100%, hay que dar el 110 o 120”
Simeone habla tras la victoria ante el Girona - CORDON PRESS
Girona

Girona

Finalizado0 - 3

At. Madrid

At. Madrid
GolKoke 13' GolC. Gallagher 38' GolA. Griezmann 92'

El Atlético de Madrid encontró en Montilivi algo más que tres puntos. El triunfo ante el Girona sirvió para cerrar el año con una imagen sólida lejos del Metropolitano, uno de los grandes deberes del curso. El 0-3 reflejó eficacia, pero también una madurez competitiva que Simeone quiso subrayar en su análisis posterior, consciente de que el marcador no explica por sí solo todo lo sucedido.

El partido tuvo momentos de equilibrio y exigencia. Con 0-1 en el marcador, Jan Oblak sostuvo al equipo con una intervención decisiva tras una acción polémica que el técnico rojiblanco no pasó por alto. “Con 0-1 está la gran parada de Oblak en una jugada que es falta a Koke. Y luego con 0-2 tiene otra parada Oblak”, recordó Simeone, destacando la dificultad de “controlar todo el tiempo del partido” incluso cuando el resultado parece cómodo.

El valor del banquillo y la gestión de los tiempos

Uno de los aspectos que más satisfacción generó en el entrenador fue la aportación de los suplentes. Los cambios, una vez más, ayudaron a sostener el ritmo y a gestionar los momentos clave del encuentro. “Los cambios siempre nos ayudan a favorecer el paso para controlar el partido durante la mayor parte”, explicó el argentino, poniendo el foco en la profundidad de plantilla como una herramienta estratégica.

La gestión de nombres propios volvió a quedar patente con el caso de Antoine Griezmann. Pese a llegar en buena dinámica goleadora, comenzó el partido desde el banquillo. Simeone fue claro al justificarlo: “No es fácil gestionarlo. Todos quieren jugar… pero lo más importante es contribuir al equipo intentando potenciar al grupo”. Una decisión pensada para maximizar el impacto del francés en el segundo tiempo y equilibrar esfuerzos en un calendario exigente.

Sorloth, Pubill y la evolución individual

El técnico rojiblanco también se detuvo en la figura de Alexander Sorloth, al que ve cada vez más integrado. “Se sienta más involucrado e importante… corre, rompe, presiona, nos da situaciones de juego diferentes”, señaló Simeone, valorando su capacidad para ofrecer registros distintos a los de otros atacantes.

En defensa, el crecimiento de Marc Pubill fue otro de los puntos destacados. Llegó como lateral, pero el cuerpo técnico le vio potencial como central. “Trabajó con humildad y dedicación, sabiendo que sus condiciones son importantes, y el fútbol termina pagando”, afirmó el entrenador, satisfecho con su adaptación y con la sociedad formada junto a Hancko, una pareja que mezcla velocidad, agresividad y buen trato de balón.

Un balance que mira más allá del resultado

Al hacer balance del año, Simeone dejó una reflexión que va más allá de Montilivi. Reconoció que el Atlético aún tiene margen de mejora y recordó la exigencia de competir con los grandes. “Para llegar al lugar que queremos no alcanza el 100%, hay que dar el 110 o 120”, aseguró, insistiendo en que el equipo ha sabido salir de un inicio complicado gracias al trabajo y la convicción.

El triunfo en Girona no borra las dificultades vividas fuera de casa, pero sí marca una tendencia. Tercer triunfo del curso como visitante en liga y sensación de equipo más fiable, capaz de castigar cuando tiene oportunidades. El Atlético despide 2025 con razones para creer y con un mensaje claro de su entrenador: el camino es colectivo, exigente y aún hay que mejorar.