Míchel, entrenador del Girona, pide comprensión a la afición: “No me gusta que la gente no entienda que estamos sufriendo”
Tras la derrota por 0-3 frente al Atlético de Madrid en Montilivi, Míchel Sánchez analizó con franqueza el momento del Girona. El técnico insistió en la falta de contundencia como problema estructural, pidió comprensión a la afición y dejó claro que el mercado de invierno será clave para corregir debilidades


Girona
At. Madrid

La comparecencia de Míchel Sánchez después del Girona - Atlético no fue una rueda de prensa más. El entrenador rojiblanco compareció con un discurso reflexivo, lejos de excusas, y con un mensaje claro: el equipo compite y trabaja, pero no le alcanza. El 0-3 encajado en Montilivi cerró el año dejando al descubierto una carencia que, para el técnico, ya no admite maquillaje.
Desde el primer momento, Míchel contextualizó el partido y la reacción de la grada, que en algunos tramos mostró impaciencia ante la falta de verticalidad del equipo. “Contra el Atleti es muy difícil ir hacia adelante”, explicó, recordando la fortaleza del rival en los duelos y en la presión individual. Aun así, defendió la actitud de sus futbolistas y lanzó un mensaje directo a la afición: “No me gusta que la gente no entienda que estamos sufriendo y tratando de hacer las cosas mejor; necesitamos a nuestra gente el año que viene para salir de este sufrimiento”.
La contundencia, un problema que va más allá de un partido
El eje central de su análisis fue la falta de contundencia, una palabra que Míchel repitió con insistencia. No solo en defensa, sino también en ataque y, sobre todo, en los duelos. “Hemos encajado 33 goles, son muchos”, subrayó, aclarando que no se trata de errores individuales sino de una debilidad colectiva. Incluso en los goles del Atlético, más allá del primero, que calificó como “un golazo”, el técnico consideró que “en los otros dos despejes se pudo hacer mejor”.
El entrenador asumió su parte de responsabilidad en el modelo de juego, reconociendo que algunas pérdidas o transiciones pueden estar relacionadas con su planteamiento. Sin embargo, fue contundente al señalar que el problema es estructural: “Muchos equipos nos han hecho daño con poco. Es una falta de contundencia colectiva y de estructura que debemos plantearnos”.
Parón, recuperaciones y un mercado que se avecina decisivo
Con el parón por delante, Míchel ve una oportunidad para resetear. “Necesitamos esta semana para recargar pilas y desconectar un poco”, explicó, pensando ya en un regreso con mayor fortaleza mental. En el apartado físico, dejó la puerta abierta a posibles recuperaciones: David López y Abel Ruiz “estarán cerca de volver”, mientras que Vlad Krapyvtsov también evoluciona favorablemente, aunque sin plazos cerrados.
Sobre el mercado de invierno, el mensaje fue prudente pero claro. El técnico no cerró la puerta a refuerzos que aporten esa contundencia que ahora no encuentra en la plantilla. “Hay situaciones en las que un fichaje puede solucionar una posición”, reconoció.
Ausencias, soluciones internas y lectura táctica
La baja de Ounahi fue otro de los puntos abordados. Míchel admitió su importancia por calidad y determinación en el último tercio, aunque matizó que ante un rival como el Atlético no es garantía de solución. “Debemos trabajar para competir sin él”, señaló, mirando ya a un mes complicado sin el centrocampista. En ese contexto, pidió paciencia con futbolistas como Lemar y Asprilla, llamados a dar un paso adelante ante rivales de perfil distinto.
También defendió el papel de Arnau, utilizado en una posición diferente dentro de un plan pensado para contrarrestar el juego interior del Atlético. “Es un jugador muy inteligente y muy importante para nosotros”, concluyó.
El año se cierra con dudas, pero también con una hoja de ruta clara. Para Míchel, el diagnóstico está hecho: competir no basta si no se acompaña de contundencia. El reto del Girona en 2026 será transformar buenas sensaciones en resultados.