Un peligroso y pudiente pretendiente se suma a la subasta por Antony

Uno de los hándicaps para conseguir un segundo año de préstamo de Antony Matheus dos Santos radica en la negativa del Manchester United a asumir, como en la segunda mitad de la temporada 25/26, un 60% del salario del paulista. Y es que, de los aproximadamente tres millones de euros netos que le quedaban por cobrar desde enero pasado, el Real Betis le abonó en torno a 1,2 millones, sin necesidad de incluir más bonus ni penalizaciones al haber jugado el extremo todos los encuentros posibles (26, aunque a partir de 16 ya era suficiente) y no haber conseguido el equipo verdiblanco ni la clasificación para la Champions League ni el título de la Conference League. El problema se agrava de aquí en adelante, pues, por mucho esfuerzo que hiciera el interesado, encajar los 12 millones brutos que percibe en Inglaterra en la economía heliopolitana es prácticamente imposible. Por no hablar de los 50 que exigen en Old Trafford por su traspaso.

Sea como fuere, con el beneplácito de Antony a seguir en La Palmera, cruzan los dedos en la planta noble del Benito Villamarín para que el verano transcurra sin propuestas mareantes por el brasileño o, de haberlas, sin el OK del de 'Inferninho', bazas con las que negociar a la baja con los mancunianos. Pero lo cierto es que los pretendientes de postín empiezan a acumularse a su puerta. Desde el Bayer Leverkusen de su otrora mentor Erik Ten Hag (aspecto éste que algunos ponen en duda) al Atlético de Madrid, pasando por el Milan y la Juventus. Ahora, en Turquía encartan a un enemigo peligroso: el Fenerbahçe de José Mourinho, que continuará salvo sorpresa una campaña más al menos en Estambul con la promesa de los dueños de que el dinero seguirá fluyendo. Y es que, tras confirmarse el pago de 12 millones por Sofiane Amrabat, son ya más de 183 millones gastados desde 2022 en contrataciones.

Casi 60 millones de promedio por temporada para potenciar a los 'Canarios', si bien es cierto que nunca más de 20 millones por un solo futbolista, pues suele apostarse por el número (muchos fichajes) antes que por 1-2 apuestas fuertes. En cuanto a los elegidos, la escasa tributación fiscal de Turquía (apenas un 30%) y la amplia disponibilidad de 'cash' en las entidades más importantes, a menudo con empresarios petrolíferos o de sectores potentes detrás, permite que se paguen sueldos astronómicos, la mayoría de los cuales, por lo antes mencionado, acaban en los bolsillos de los profesionales, frente al 41% que se lleva Hacienda en España, por ejemplo. También hay que considerar que en el curso que acaba de finalizar nadie cobraba más de 4,5 millones netos, estando Youssef En-Nesyri, Diego Carlos, Milan Skriniar, Fred, Talisca, Edin Dzeko y Dusan Tadic por encima de los cuatro.