El Celta perfila su futuro

Después de una temporada que quedará en la memoria de la afición celeste por su éxito colectivo y la clasificación para Europa, el RC Celta se encuentra ya inmerso en una nueva fase: la planificación deportiva. El objetivo principal del club es claro y ambicioso a la vez: mantener intacto, en la medida de lo posible, el bloque que ha logrado devolver la ilusión a Balaídos.

No se trata de una tarea sencilla. A pesar de los ingresos extraordinarios que llegarán por la participación europea, la entidad viguesa sigue necesitando generar beneficios mediante traspasos, lo que pone en riesgo la continuidad de algunos nombres importantes. Además, el gran rendimiento del equipo ha provocado una revalorización significativa de la plantilla, atrayendo el interés de otros clubes.

Lo que sí parece claro es que algunos futbolistas no continuarán. Javier Manquillo y Jailson finalizan contrato y no entran en los planes del cuerpo técnico. Lo mismo ocurre con Alfon, cuya salida se da por hecha, y con el veterano guardameta Vicente Guaita. En cuanto a Iker Losada, todo indica que no se negociará su renovación, por lo que también abandonará el club.

Objetivo: asegurar a Borja Iglesias y Moriba

En paralelo, la dirección deportiva trabaja en asegurar la continuidad de jugadores clave que han rendido a gran nivel durante el curso. Dos nombres destacan especialmente: Borja Iglesias y Ilaix Moriba. En el caso del delantero, cedido por el Betis, el deseo del futbolista de seguir en Vigo es firme, pero el club verdiblanco tiene la última palabra. Más complejo es el caso de Moriba, ya que aunque el Celta dispone de una opción de compra pactada con el RB Leipzig, el centrocampista está en el radar de varios equipos, lo que podría complicar su continuidad.

Canteranos con pretendientes y un ojo en Mingueza

Sergio Carreira es otro futbolista que finaliza contrato pero que podría seguir si se alcanza un acuerdo satisfactorio. Mientras tanto, varios jugadores formados en A Madroa están siendo observados por clubes de fuera, una muestra más del buen trabajo de cantera que sigue siendo un pilar en el proyecto del EuroCelta.

Óscar Mingueza, con solo un año más de contrato, también está en el punto de mira, aunque su futuro se definirá según cómo avance el mercado.

En cuanto a refuerzos, si el club logra mantener a los jugadores que considera prioritarios, el número de incorporaciones no superará la media docena. El plan es reforzar todas las líneas —desde la portería hasta el ataque— con jugadores que lleguen para competir desde el primer día, no simplemente para completar el plantel. La idea, como ya se demostró el verano pasado, es fichar calidad, no cantidad.

El encargado de liderar esta planificación será Marco Garcés, director de fútbol, que ya tiene sobre la mesa una agenda exigente. Mientras tanto, la plantilla disfruta de cinco semanas de vacaciones, conscientes de que a su regreso les espera una temporada ilusionante y con desafíos mayores.

El Celta quiere seguir creciendo, pero sin perder su esencia: un equipo con identidad, apoyado en su cantera, y con hambre de competir al máximo nivel.