La declaración de amor de Borja Iglesias y el 'dardo' a Manuel Pellegrini

Ha sido uno de los grandes protagonistas de la última semana natural en Vigo. Y es que, más de tres meses después, Borja Iglesias volvía a ver puerta. Fueron tres sus goles en la visita al Lluís Companys de Montjuic, por desgracia sin traducción en puntos para el RC Celta por los cuatro que hizo el FC Barcelona, pero el de este miércoles sí que ha valido para encauzar un triunfo ante el Villarreal CF que había iniciado en el primer tiempo Fer López, ya con los de Marcelino García Toral en inferioridad numérica por la roja directa que vio Eric Bailly por una fea entrada por detrás a Alfon López. El 'Panda', a los 53 minutos, aprovechaba una serie de rechaces dentro del área tras el disparo al palo de Ilaix Moriba para remachar antes de que Iago Aspas, sobre la bocina, redondeara una goleada (3-0) que acerca de nuevo a los celestes a los puestos europeos.

“Recuerdo haber disfrutado mucho del último Celta que estuvo en Europa. Yo jugaba en el filial y venía a verles. Hay que cuidar mucho esto, porque no es fácil llegar a este punto. Hay que darle importancia, disfrutarlo y vivirlo con la intensidad que lo hacemos", aseveraba ante los medios el '9' de Santiago de Compostela, feliz por haberse reencontrado de nuevo con la pólvora, hasta el punto de que ya totaliza nueve dianas. "A veces trabajas mucho y no hay situaciones de gol. Siempre he intentado darle importancia a todo lo demás, dar valor a una presión, a una descarga... En ocasiones no resulta tan vistoso siendo un delantero, pero es igual de importante para el equipo. Ahora estoy en ese momento que parece que lo que toco va para adentro. Hay que aprovecharlo y disfrutarlo”, añadía el todavía bético hasta 2026... o 2027, según a quien preguntes.

Porque Borja Iglesias no tiene dudas acerca de lo que desea hacer el curso venidero, tras una cesión sin opción de compra que en Vigo prometieron estudiar en verano. Con cuatro goles en las dos últimas jornadas, el artillero está dando motivos al Celta para que apueste por él de forma permanente: "Ojalá... En cierto modo, Claudio Giráldez me ha cambiado la vida en muchas cosas. Es de ser agradecido el reconocerlo. Me ha cuidado mucho en momentos iniciales en los que podía tener mis dudas también y me ha querido desde el principio. Me ha cuidado mucho, insisto, y estoy disfrutando muchísimo con él. Sinceramente, es el mejor entrenador que he tenido". Un 'dardo' indirecto hacia Manuel Pellegrini, con quien dicen las malas lenguas que tuvo algunas diferencias que le empujaron a salir, primero, en dirección a Leverkusen y, posteriormente, hacia la ciudad pontevedresa.