Danvila busca un socio para asegurar el futuro del Levante más allá de 2026

Pepe Danvila se convirtió en octubre en el accionista mayoritario del Levante, estabilizando una situación límite, pero el club sigue necesitando una solución estructural. Con una deuda cercana a los 90 millones y grandes proyectos pendientes, el propietario trabaja ya en la entrada de nuevos inversores que garanticen viabilidad a largo plazo

Danvila busca un socio para asegurar el futuro del Levante más allá de 2026
Danvila necesita apoyo económico en el Levante - Levante UD

El pasado 21 de octubre marcó un antes y un después en la historia reciente del Levante UD. Pepe Danvila, empresario valenciano y hasta entonces principal accionista individual, pasó a controlar el 70 % del capital social del club tras un complejo movimiento accionarial destinado a evitar el colapso financiero inmediato de la entidad. Fue un paso decisivo, pero no definitivo.

La situación económica del Levante continúa siendo delicada. Con una deuda que ronda los 90 millones de euros y la presión ejercida por el banco alemán OLB, al que el club adeuda cerca de 17 millones de euros, Danvila se vio obligado el pasado verano a presentar un plan de reestructuración de pagos para esquivar un concurso de acreedores que parecía inminente. Dicho plan fue validado en noviembre por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia e incluía la capitalización de 13,8 millones de euros, operación que convirtió al empresario en dueño mayoritario.

Un control mayoritario que no cambia el futuro

Antes de este proceso, Danvila ya poseía el 37 % de las acciones. El nuevo reparto accionarial diluyó de forma notable a la Fundación del Levante, que durante casi dos décadas había ostentado el paquete mayoritario y que ahora queda reducida a un 15 %. El club vuelve así a estar claramente liderado por una persona física, algo que no ocurría desde la salida de Pedro Villarroel en 2009.

Pese a asumir el control, Danvila quiso rebajar el impacto simbólico del movimiento. “Que yo tenga el 70 % no va a cambiar nada. Me voy a dejar la vida por este club. Se va a seguir buscando un compañero de viaje”, aseguró ante los accionistas. Sus palabras no fueron solo un discurso: desde entonces ha intensificado los contactos con potenciales inversores.

Viajes, fondos y una búsqueda activa de capital

Desde que accedió al cargo de consejero delegado en septiembre de 2023, tras la salida de Quico Catalán, Danvila ha invertido cerca de 30 millones de euros de su propio patrimonio. Sin embargo, es consciente de que el músculo financiero personal no basta para sostener al Levante a medio y largo plazo.

En este contexto se encuadran sus reuniones con distintos fondos de inversión, incluida una serie de encuentros celebrados a principios de diciembre en Londres. El objetivo es encontrar un socio estratégico que aporte capital, estabilidad y margen de maniobra para afrontar los retos que vienen.

Proyectos bloqueados y dependencia del mercado

La reestructuración de la deuda ha aliviado el calendario de pagos, pero no ha resuelto el problema de fondo. Ni siquiera los cerca de 40 millones de euros que el Levante puede ingresar esta temporada por derechos televisivos garantizan una estabilidad real.

Además, el club arrastra dos proyectos clave paralizados desde hace años: la construcción de la nueva ciudad deportiva en Nazaret y la segunda fase de la remodelación integral del Ciutat de València, tras la colocación de la cubierta en 2020. Ambos requieren una financiación que, hoy por hoy, solo puede llegar a través de nuevas inversiones o de la venta de activos deportivos.

El Levante de Pepe Danvila ha ganado tiempo, pero no ha comprado aún tranquilidad. El reto ya no es sobrevivir, sino construir un modelo sostenible que permita al club dejar atrás definitivamente la amenaza económica del concurso de acreedores.