Lo que busca el Mallorca en el mercado
El cuadro bermellón busca un extremo izquierdo y atacantes que agranden la cuenta goleadora del equipo

La temporada no terminó de la mejor manera posible en Son Moix, y Pablo Ortells ya empieza a elaborar junto a Jagoba Arrasate lo que va a ser el Mallorca de la 2025/26. El director deportivo y el entrenador saben de sobra cuáles son los puntos débiles del equipo, y con algunos futbolistas importantes en la rampa de salida; Greiff, Leo Román o Pablo Maffeo, se quiere comenzar a trabajar en incorporaciones.
Si hay una posición que el Mallorca va a tener que atacar sí o sí en el mercado, esa es la de extremo izquierdo. Tras las malas experiencias con las cesiones de Cinquinho y Valery, ya ambos fuera del club, es evidente que debe ser la primera demanda a atender en la ventana de traspasos. Arrasate ha visto limitada así su intención de poder jugar con alas en las bandas, teniendo que mutar por tanto al equipo en un conjunto mucho más cerrado y con dificultades de encontrar situaciones de peligro por fuera en los últimos metros del campo. Asano, a pierna cambiada, ha sido una solución durante algunos tramos de temporada, pero tal y como indica Diario de Mallorca, su irregularidad y lesiones no son argumentos suficientes como para ser considerado una opción fiable en ese puesto. Tampoco lo había sido Robert Navarro, futbolista que tiende mucho más a moverse por zonas interiores y que no encaja en esa idea de verticalidad que Arrasate maneja para sus próximos extremos. El anterior técnico osasunista solo contabiliza a día de hoy para esa posición a Javi Llabrés, quien agota sus minutos con la camiseta del Eldense y a quien dicho salto, parece lo suficientemente atrevido como para otorgarle la titularidad.
Tocar la delantera además del extremo izquierdo
A pesar de la importancia de Muriqi en Mallorca, la realidad es que cuantitativamente las cifras del conjunto bermellón son bastante pobres de cara a portería contraria. En ninguna de sus 4 temporadas tras el último ascenso, el equipo que juega sus partidos como local en Son Moix ha sido capaz de superar la barrera de los 38 goles, siendo incapaz ni siquiera de llegar a la media de gol por partido. Con ese balance, y sobre todo este año que ha estado en la pelea, se acompleja mucho más las opciones de agarrar algún puesto europeo. Larin nunca ha terminado de aclimatarse, y sus episodios finales donde se ha visto involucrado con la afición son argumentos suficientes como para pensar que sus caminos se separarán tarde o temprano. La dirección deportiva está pendiente de salidas, sobre todo en la retaguardia, pero sabe que, con estos argumentos, las prioridades también deben estar incluidas en los últimos metros del campo.