Francisco Soto se convierte en el nuevo presidente del CTA

El arbitraje español inicia una nueva etapa bajo la dirección de Francisco Soto Balirac. Delegado del Comité Gallego y hasta ahora socio del prestigioso despacho Garrigues Abogados, ha sido presentado oficialmente como presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en un acto encabezado por Rafael Louzán. Soto asume el cargo tras la destitución de Luis Medina Cantalejo y todo su equipo directivo, en una apuesta clara por la renovación y el cambio de rumbo dentro del estamento arbitral. Durante su intervención, Soto mostró su agradecimiento a quienes han dejado el Comité: "Quiero agradecer a los directivos que han abandonado el Comité. Ha hecho una gran labor". También explicó su decisión de dejar su carrera como abogado para afrontar este desafío: "Dejo atrás una carrera profesional en la que estaba en lo más alto. Ser socio de Garrigues es el mayor reto que uno puede tener. Como un apasionado del fútbol y del arbitraje, no tuve dudas a la hora de asumir este proyecto".

Mostró además plena confianza en el actual cuerpo arbitral: "El equipo arbitral que existe son de lo mejorcito que hay a nivel mundial. Lo digo con convicción. El nivel del arbitraje español es brutal. Estratosférico". A su juicio, es momento de evolucionar: "El mundo está cambiando y nos tenemos que unir a esa ola. Tras meses de trabajo de la Comisión arbitral, hay que iniciar una nueva etapa con nuevas ideas. Vamos a empezar de cero y construir. Estoy convencido de que vamos a poner en valor el mundo arbitral. En el corto plazo espero que la figura del árbitro sea apreciado, no que sea neutro. Estoy muy relacionado con el arbitraje de base, por lo que tengo ese empape".

Desafíos sobre la mesa

Soto asume el mando en un momento complejo. Uno de los principales retos será aliviar las tensiones con algunos clubes; especialmente el Real Madrid, que ha criticado abiertamente al anterior equipo arbitral y cuyas acciones están siendo examinadas por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Otra de las prioridades será la búsqueda de una mayor transparencia. El nuevo CTA quiere que las calificaciones de los árbitros vuelvan a ser públicas, con el respaldo de tecnologías como la inteligencia artificial; que también se utilizará en la propuesta de designaciones arbitrales, aunque el sistema aún está en desarrollo.

Además, se enfrentará a una de las demandas más recurrentes de entrenadores y dirigentes como es unificar criterios en la aplicación del VAR; especialmente en jugadas grises que generan controversia por decisiones dispares. Por último, deberá cuidar el ánimo del colectivo arbitral, cada vez más desgastado por las presiones externas. La reciente creación de un sindicato propio por parte de los colegiados refleja ese cansancio acumulado y el deseo de contar con herramientas que protejan su profesionalidad.