Real Madrid 0-2 Celta: Swedberg siembra el caos en el Bernabéu

El Celta desarma al Real Madrid con un plan valiente, dos goles de Williot y una noche de desconexión que deja al equipo de Xabi Alonso bajo sospecha

Real Madrid 0-2 Celta: Swedberg siembra el caos en el Bernabéu
El Celta se lleva los tres puntos ante el Real Madrid - Cordon Press
R. Madrid

R. Madrid

Finalizado0 - 2

Celta

Celta
GolW. Swedberg 53' , 93'

El Santiago Bernabéu vivió una de esas noches que dejan cicatriz. El Real Madrid, que regresaba a casa después de más de un mes compitiendo lejos de su estadio, cayó con estrépito ante un Celta superior durante más de una hora. Los de Xabi Alonso acabaron con nueve jugadores, sin capacidad para reaccionar al doblete de Swedberg y con un escenario tenso en la grada, que pasó del silencio a la indignación. A cuatro días del duelo ante el Manchester City, el pánico se ha instalado en Chamartín.

El partido evidenció todas las costuras de un Real Madrid que no logra sostener una versión estable. San Mamés fue una excepción luminosa; lo de hoy, en cambio, encaja con la tendencia de empates, dudas y desconexiones que ya aparecieron ante Elche, Rayo o Girona. El equipo parece vivir condicionado por Kylian Mbappé: si el francés no destruye partidos él solo, el plan se desploma. Y ante un Celta atrevido y bien armado, el espejismo se rompió muy pronto.

El Madrid se derrumba sin Militao y con una defensa improvisada

La noche se torció a los 22 minutos, cuando Éder Militao sintió un pinchazo al frenar un mano a mano ante Pablo Durán. Su salida forzó la entrada de Rüdiger, a quien Xabi pretendía reservar para vigilar a Haaland en Champions. Con Carvajal, Mendy, Alaba y Trent fuera, la defensa del Madrid volvió a ser una pieza de Tetris mal encajada: Asencio fue lateral derecho y Álvaro Carreras, central. La fragilidad era evidente y el Celta supo leerlo desde el inicio.

El equipo gallego salió sin miedo. Claudio Giráldez ordenó presionar arriba, discutirle la posesión al Madrid y evitar el encierro habitual de los rivales en Chamartín. Bryan Zaragoza, eléctrico, encontró un filón sobre Asencio. El Celta circulaba con cintura, con pausa y con ambición, mientras el Madrid caía en ese fútbol plomizo que tanto irrita al público: pases horizontales, ausencia de desmarques, tiros lejanos sin sentido y una cadencia que dormía al estadio.

Solo en el tramo final del primer acto el partido se abrió ligeramente, aunque Courtois y Radu respondieron en el único intercambio ofensivo.

Williot firma un golazo y desata el caos en Chamartín

El 0-1 cayó como un mazazo. Bryan inventó una acción magnífica por la izquierda y Williot resolvió de espuela, un toque sutil y brillante que silenció el estadio. El Bernabéu pasó del tedio a la furia en segundos y el nerviosismo se contagió al campo. Fran García, desbordado, vio dos amarillas seguidas y dejó al Madrid con diez a falta de más de veinte minutos.

El desorden dio paso al orgullo. Con Rodrygo y Gonzalo sobre el césped, el Madrid apretó como pudo. Mbappé tuvo dos llegadas claras, pero esta vez faltó puntería. Tchouaméni y Gonzalo cabecearon desviado lo que parecían goles cantados.

La noche terminó de caer con la expulsión de Carreras y el segundo tanto de Swedberg, que remató un contragolpe para certificar el desastre.

El Bernabéu, hastiado, despidió al equipo entre pitos y gestos de preocupación. El City espera. Y el pánico ya está dentro.