Gonzalo García, ante su gran oportunidad en el Real Madrid
La salida de Endrick le deja como única alternativa ofensiva a Mbappé en el primer equipo, pese a ser uno de los jugadores con menos minutos esta temporada
Gonzalo ya no tiene competencia. La salida de Endrick ha despejado definitivamente el panorama y le convierte, de aquí a final de temporada, en la única alternativa real a Kylian Mbappé en el primer equipo del Real Madrid. Si el francés necesita descanso, sufre una lesión o simplemente no está disponible, el nombre que aparecerá en la hoja de alineaciones será uno solo. Gonzalo.
El escenario es claro. El club ha decidido no acudir al mercado invernal en busca de un delantero centro y afrontará el tramo decisivo del curso con una pareja muy definida: Mbappé como referencia absoluta y Gonzalo como relevo natural. Sin medias tintas, sin planes B. Una apuesta que abre una oportunidad… aunque no le garantiza minutos.
Minutos contados, rol definido
La realidad hasta ahora ha sido cruda. Gonzalo es el quinto jugador con menos minutos de toda la plantilla, con apenas 330 disputados. Solo Lunin, Alaba, Endrick y Mendy han participado menos. Incluso Carvajal, pese a las lesiones, le supera en tiempo sobre el césped. Su papel ha sido residual, condicionado por una evidencia incuestionable: Mbappé lo juega prácticamente todo.
La salida de Endrick no cambia esa jerarquía, pero sí elimina cualquier competencia interna por el rol de suplente. Gonzalo deja de ser una opción secundaria para convertirse en el recambio directo, a todos los efectos. Entrena, espera y se prepara sabiendo que, si llega el momento, no habrá debate.

El Mundial de Clubes que lo cambió todo
Ese contexto contrasta con lo vivido hace unos meses en el Mundial de Clubes. Allí, con Mbappé mermado por una grave gastroenteritis que incluso le llevó al hospital, Xabi Alonso apostó por Gonzalo cuando tenía alternativas más experimentadas. Y la respuesta fue inmediata.
El joven delantero firmó cuatro goles y una asistencia en seis partidos, participando en acciones decisivas en casi todos los encuentros. Fue una irrupción potente, inesperada y muy valorada dentro del club. Aquella actuación le abrió las puertas del primer equipo de forma definitiva y le permitió quedarse con ficha profesional.
Durante semanas incluso se le vio como candidato a heredar el dorsal ‘9’, aunque finalmente pesaron los galones y el recorrido previo de Endrick. Gonzalo asumió el 16 sin ruido, con un perfil bajo y centrado en aprovechar cada entrenamiento.
Ahora, el contexto es distinto. Endrick ya no está y el club no fichará. El mensaje es claro: Mbappé y Gonzalo. El reto para el canterano será convertir esa condición de único suplente en más minutos, algo que hasta ahora no ha sucedido.