Labaka, segundo entrenador Jagoba Arrasate en la Euskal Selekzioa, reivindica su oficialidad: "Hay jugadores que quieren venir y están obligados a jugar con otras selecciones"
El ayudante de Jagoba Arrasate en la selección de Euskadi deja claro que el partido ante Palestina tiene una doble demanda social: además de apoyar la causa del pueblo palestino, quieren que sirva como reclamo para impulsar el reconocimiento de la Federación vasca en competiciones oficiales

La Euskal Selekzioa afronta este sábado un bonito y solidario partido amistoso frente a la selección de Palestina para el que ya se han vendido más de 50.000 entradas y que servirá además de para dar visibilidad a todo lo que ha sufrido el pueblo palestino en los últimos, en lo deportivo para que muchos jugadores vascos se reivindiquen. Jagoba Arrasate, técnico del Mallorca, es el seleccionador de Euskadi pero su mano derecha es Mikel Labaka, exfutbolista de la Real Sociedad y Rayo Vallecano entre otros equipos, que ha contado cómo en enroló en el nuevo proyecto de la selección vasca.

"Hace un mes y medio me llamó el presidente de la Federación Vasca, Iker Goñi. La verdad es que la llamada me pilló por sorpresa. Me dijo que estaban con la idea de poder organizar un partido de la selección contra Palestina, que a ver qué me parecía y que si quería tomar parte en esto. Entonces ya me comentó que la idea era que Jagoba fuese el entrenador y como tengo buena relación con Jagoba, lo primero que hice fue llamarle y hablar con él. Y bueno, ahí ya pensé que como era sólo para un partido y sabiendo la importancia que este encuentro tiene para la Euskal Selekzioa, que también era una buena oportunidad para, desde el fútbol, lanzar nuestro mensaje de stop al genocidio y nuestra solidaridad con el pueblo palestino", ha explicado en una entrevista a El Diario Vasco.
En su labor de descargar de trabajo a Arrasate, centrado en el día a día en su labor como técnico del Mallorca, Labaka ha desvelado como ha sido esa labor de hacer la lista de convocados. "En general la respuesta ha sido positiva, aunque esta vez, más que con los jugadores, hemos hablado con los clubes. Creo que es lo que tenemos que hacer desde las federaciones. Hablar con los clubes, saber la disponibilidad que tienen para acceder a sus futbolistas. En general, la respuesta de los clubes también ha sido positiva porque hay que poner en contexto este partido. Sabemos que en Primera división el calendario está apretadísimo. Somos conscientes de eso y entendemos la preocupación de los clubes, incluso de los jugadores, para sumar un partido más. Entendemos a los clubes, a los futbolistas. Creo que tenemos que tener esa sensibilidad, pero sabiendo también que es importante jugar este partido por lo que representa para nosotros pero ya te digo que en general estamos contentos".
Sobre la identificación de los jugadores con la selección de Euskadi, Labaka se ha mostrado sincero: "Nosotros sabemos que algunos jugadores no sienten esta camiseta o no se sienten identificados con esta selección. También ha habido unos pocos que nos han dicho que prefieren no venir. Nosotros respetamos a esos jugadores y protegemos su decisión porque entendemos que hay que respetarla. Pero también es verdad que nos gustaría que otras federaciones y otras selecciones hiciesen lo mismo, que cuando convoquen a jugadores del País Vasco, si en algún caso alguien decidiese no ir porque no se siente identificado con esas selecciones, le respetasen también".
Una doble reivindicación en el Euskadi-Palestina
"Este partido tiene unas connotaciones muy especiales porque el primer objetivo es denunciar el genocidio que está sufriendo el pueblo palestino y mandar nuestra solidaridad. Creo que eso supera todo, evidentemente, y sólo por eso el partido va a ser muy, muy especial. Hay que poner allí el foco y luego, mirándonos a nosotros mismos, creo que desde Euskal Herria también tenemos razones suficientes como para llenar San Mamés porque es importante que la gente, también en la calle, diga alto y claro que nuestra selección tiene derecho a estar representado en el mapa del fútbol y queremos jugar competiciones oficiales como lo hacen los demás pueblos".
Un partido para reinvindicar la oficialidad de la Euskal Selekzioa
"Esta es una reivindicación que no tiene que parar nunca a pesar de que haya obstáculos o altibajos. Esto es muy simple: lo que pedimos y lo que sentimos es que cada jugador debería tener la oportunidad de poder jugar con su país, con su selección. Y algo está desnaturalizado cuando gente euskaldun, que está jugando en nuestros equipos y que quiere jugar en la Euskal Selekzioa en competiciones oficiales, está obligada a jugar con otras selecciones. Lo lógico sería que cada uno tuviese la oportunidad de poder elegir con total libertad a qué pueblo, a qué país quiere representar".

Confía en que en un futuro Euskadi pueda competir como federación independiente
"Espero que sí. Al final, en esos altibajos que te comentaba antes, hay puntos importantes y esperemos que después de poder ver un San Mamés lleno, a la gente le llegue esto y sienta verdaderamente que hay que seguir empujando para que de una vez por todas seamos oficiales. Lo más importante es que la gente, en los pueblos, en la calle y en los campos de fútbol esté activada y pida que nosotros también tenemos derecho a estar representados en las competiciones oficiales. Creo que es importante que haya una federación que tenga una total determinación para encauzar esta demanda y también creo que los políticos deben estar un poquito alineados con esto. Hay tres patas diferentes y es importante que cada uno, en su ámbito, empuje hacia ese objetivo".