Alta tensión, cargas policiales e invasión en la llegada de la expedición desde Vigo
Los jugadores, técnicos y directivos blanquirrojos evitaron la salida a pie del Aeropuerto de San Pablo, pero medio millar de hinchas los esperaron en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, donde se han producido incidentes


La derrota del Sevilla FC ante un RC Celta que jugó toda la segunda parte con un futbolista menos, que supone el segundo traspié a domicilio (más dos empates caseros) con Joaquín Caparrós y prolonga a ocho jornadas sin vencer la nefasta racha que se inició con García Pimienta ha vuelto a enfurecer a sus aficionados, que se organizaron por las redes sociales para mostrar de nuevo su descontento a la expedición que llegaba alrededor de las 21:30 horas desde Vigo. Tras lo ocurrido después del 1-0 en Pamplona, cuando un grupo reducido pero muy alterado de hinchas recriminó al presidente Del Nido Carrasco su gestión, lanzándole billetes con su rostro, y se dirigió con vehemencia a jugadores como Saúl Ñíguez, esta vez los preparativos evitaron males mayores, ya que la Policía Nacional autorizó a técnicos, directivos y futbolistas a abandonar el Aeropuerto de San Pablo desde la misma terminal, por una puerta secundaria.
No hubo, por tanto, el peligroso paseíllo de la vez anterior, aunque un nutrido grupo, finalmente formado por unas 500 personas, se agolpó en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Hasta ahí llegó un autobús que no era el del equipo, sino de una empresa concertada, aunque ni por ésas gozó del anonimato deseado. Si ya en los exteriores de la zona de llegadas del aeródromo que comparte suelo hispalense y rinconero hubo varias dotaciones de las fuerzas públicas, que identificaron y disolvieron la concentración de aficionados sin mayores incidentes, hubo que enviar refuerzos a la Carretera de Utrera, donde se produjeron insultos y lanzamientos de objetos al paso del vehículo que transportaba a los que estuvieron en tierras gallegas. La Policía tuvo que intervenir y cargar contra los presentes, algunos de los cuales permanecieron un buen rato allí a la espera de que los miembros del plantel saliesen hacia sus domicilios en sus coches particulares.
Los nervios se caldearon y, tras cánticos desagradables como 'Junior, muérete' en alusión al presidente, un centenar de hinchas, muy enojados por la delicada situación deportiva y social del Sevilla FC, logró derribar una valla y acceder, pese a la presencia de hasta seis 'lecheras', al interior de la ciudad deportiva. Los profesionales se refugiaron en el edificio destinado para ellos junto al Estadio Jesús Navas a la espera de que los funcionarios públicos disolvieran a los exaltados y controlaran la situación, lo que lograron con el lanzamiento de pelotas de goma. De todas formas, al cierre de esta edición, la situación en el recinto colindante con Dos Hermanas no estaba todavía normalizada, aunque sí se descartaron daños personales. Los jugadores, por si acaso, pasarán la noche en las habitaciones de que disponen en la zona reservada para el primer equipo dentro del propio recinto para evitar incidentes.