La arenga de Almeyda, en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace
La espectacular goleada ante el FC Barcelona se empezó a cocinar en la rueda de prensa previa a la visita al Rayo Vallecano, se gestó con mucho trabajo de estudio durante la semana previa y se culminó con orgullo, con corazón, con testiculina... y con una palabra clave: convicciones
En sólo ocho jornadas de LaLiga EA Sports al frente del Sevilla FC, Matías Almeyda se ha ganado la credibilidad de propios y ajenos. Sus mensajes no son fruto de la inspiración o del momento. Son, él mismo utiliza mucho esa palabra, convicciones. No va de decirlo, va de creérselo. Ya en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Rayo Vallecano, el argentino felicitó a sus jugadores por ir a por el partido ante el Villarreal CF, aunque perdiesen el partido. Preguntado por si cree que hubo imprudencia o exceso de riesgo, el 'Pelado' soltó una frase que retumbó en la sala: "Metiditos atrás casi se van a Segunda el año pasado". No fue casual.
Esa sentencia fueron los cimientos de su discurso de arenga para el choque ante el FC Barcelona. Ya lo dijo en la previa ante las cámaras: "El 98% de todos los equipos que esperaron atrás al Barça acabaron perdiendo. Hay que buscar otras formas". El técnico tatuó con fuego ese dogma a sus jugadores. Un plan muy estudiado y trabajado durante la semana, con un arrebato de testiculina, amor propio y exigencia para una espectacular arenga en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. Imposible no creer.
Planteamiento: justo antes del inicio del partido
Como se puede ver en el vídeo compartido por el Sevilla FC, el preámbulo de la última charla antes de saltar al campo corre a mano del preparador físico Guido Bonini. Almeyda entró en el vestuario justo al final para lanzar un mensaje conciso y directo: "Piensen que somos unos elegidos por estar en este momento acá. Ustedes tienen que disfrutar el partido, pero con convicciones. Hay datos de que este equipo no gana acá hace 10 años. ¡10 años! Vamos, más motivación que esa ustedes no pueden tener. 10 años que no se gana acá. Entonces, ustedes lo pueden romper".

"Entonces, lo rompemos para marcar un camino. No es una final, no son partidos decisivos, es orgullo. Y cuando uno juega con orgullo (eleva la voz), es porque juega con esto (grita golpeándose con fuerza el pecho en el lado del corazón). Y cuando juega con esto, juega con esto (se agarra la entrepierna). Y cuando juega con esto... ¡No-Hay-Rival! Entonces, convencidos de lo que quieren hacer. ¡Vayan y ganen, carajo!", remató.

Nudo: pausa hidratación en la primera parte
El plan de Almeyda estaba saliendo a la perfección, pero al Sevilla FC le faltaba puntería para reflejar esa sorprendente superioridad tan aplastante sobre el Barcelona. Con 1-0, con gol de Alexis Sánchez de penalti y con tres oportunidades muy claras perdonadas por Isaac Romero, llegó la primera de las pausas de hidratación del encuentro. "Seguimos así. Recuperan y ya saben lo que planificamos. Después, los cambios de frente están para los dos lados. Aprovechad que está amonestado -decía a sus atacantes en relación a la amarilla que había visto el lateral zurdo culé Gerard Martín-. Toque, devolución y pase. ¡Liquídenlo, hay que liquidarlo!", corregía el míster de Azul pasada la media hora de juego. Justo después, en el 36', llegó el 2-0 con Isaac Romero empujando a placer un pase de Rubén Vargas tras el enésimo movimiento de ruptura de la adelantada defensa rival.

Desenlace: en el descanso insiste en cómo rematar la faena
El marcador al final de la primera parte reflejaba un mínimo 2-1 después del tanto de Rashford fuera de tiempo (en el 45+7'). Almeyda uso lo poco que habían hecho mal para reforzar lo mucho que se hizo bien: "Hemos estado 40 minutos haciendo lo que planificamos. Entonces, ellos no podían entrar. Estaban partidos los medios, no sabían a quién dársela. Ustedes disfrutaban. Estábamos cerca. Después, tres veces avanzó el central por la izquierda y ya empezamos a salir mal. Entonces, mantengan orden en filas. Esto es orden. Orden. Si el orden los llevó a tener cuatro posibilidades de gol, o cinco, no sé, ¿por qué cambiamos? ¿Por qué lo cambiamos? Sigan igual. Ellos jugaron hace poco. Entonces, lo tienen que hacer es correr con la pelota".

"Ustedes fueron mejores con la pelota, fueron más intensos. La imagen es buena. Ahora, no lo pudimos liquidar. Ya les dije, 10 años sin ganar acá. Dentro de esos 10 años, 70.000 veces el Barça revivió situaciones como esta. Porque los rivales se caen. Porque se meten atrás, porque piensan que con 2-0 el partido está terminado. No. No está terminado. No está terminado porque tenemos que hacer más goles. Nuestra convicción es hacer más goles, no meternos atrás. Si se meten atrás, lo pierden. Nuestra mentalidad es que vamos 0-0 y hasta que no puedan más. Donde se relajan, cagan. Ahora, sean fuertes mentalmente y jueguen con esto (corazón) que lo ganan, carajo". Imposible no salir a morder. Hay entrenador.