El Sevilla FC ha continuado preparando este jueves la visita del Mallorca del próximo lunes. Pero más allá de la novedad que ha supuesto no ver sobre el campo a Nemanja Gudelj, la noticia ha estado fuera del terreno de juego. En concreto, por la presencia de Francis Stijn, miembro de Stirr Associates, la agencia de representación que lleva los asuntos de Dodi Lukébakio y Sambi Lokonga, quien ha asistido a la sesión dirigida por García Pimienta para luego mantener una reunión con la dirección deportiva nervioinense. Aún resta mucho para el mercado de verano, pero lo cierto es que el futuro de ambos jugadores está en el aire, de ahí la importancia de dicho cónclave, que demuestra que las relaciones entre el club y el agente de ambos jugadores son fluidas.
En el caso de Lukébakio, no cabe duda de que su nombre estará de nuevo en el escaparate cuando se reabra la ventana de transferencias. Tras explotar en su segunda campaña como sevillista, en la que suma 10 goles en LaLiga, el extremo belga ya rechazó varias ofertas el pasado enero y optó por quedarse en Nervión, donde tiene contrato en vigor hasta 2028. Sin embargo, la delicada situación económica por la que atraviesa la entidad, con el límite salarial más bajo del fútbol español, obligará a vender a los mayores activos del plantel y no cabe duda de que el del Hertha de Berlín está entre ellos.
Desde Italia le ha seguido de cerca la Juventus y también el Milan, aunque fue el Nápoles el que más hizo por intentar convencerlo sin éxito. En la planta noble del Sánchez-Pizjuán, desde luego, no veían con malos ojos su venta para obtener una necesaria plusvalía (costó 10 millones), como también se deseaba el traspaso de Badé al Aston Villa, que llegó a ofrecer casi 32 millones por el central francés (26 fijos y el resto en variables).
Pero la mayor propuesta que llegó a las oficinas de Eduardo Dato fue por el propio Lukébakio. En concreto, Diario de Sevilla ha desvelado que el Al-Nassr de Arabia Saudí, donde milita Cristiano Ronaldo y que también quiso a En-Nesyri, llegó a poner sobre la mesa 35 millones de euros. Además, al extremo le ofrecía un sueldo astronómico de 8,5 millones netos por temporada. Pero su respuesta fue también negativa, frustrando de ese modo la que habría sido la segunda mayor venta de la historia sevillista. A sus 27 años, el bruselense no piensa en un retiro dorado y se da por hecho que no le faltarán pretendientes de postín en Europa.
Por su parte, su compatriota Sambi Lokonga se encuentra en una situación muy diferente, pues sus derechos pertenecen al Arsenal. El centrocampista ya ha expresado su deseo de continuar en el conjunto nervionense, donde las lesiones no le han permitido gozar de la continuidad deseada. Pero para que existan opciones reales de que siga vistiendo de blanquirrojo, su traspaso tendrá que estar muy por debajo de los 12 millones de euros que se pactaron como opción de compra.