Aitor Torvisco9 min lecturaEl uruguayo Diego Alonso ha sido presentado en la mañana de este miércoles como nuevo entrenador del Sevilla FC, un "club ganador y ambicioso" al que llega para sustuir a un José Luis Mendilibar para el que ha mostrado respeto, al tiempo que ha desvelado que su marcha ha afectado al vestuario porque "se ha ido un amigo, un miembro más del grupo". El que fuera delantero centro de hasta cinco equipos de LaLiga afronta su primera experiencia como técnico en el fútbol europeo y ha asegurado que la bandera de su estilo siempre va a ser la de "prepararse para ganar", algo que incluso ve más importante que el propio hecho de ganar.
Sentado en el centro de la sala de prensa del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, flanqueado por el presidente del club nervionense, José Castro, y por el director deportivo, Víctor Orta, el nuevo entrenador ha explicado que asume el cargo con "ilusión y ambición", saliendo de comparaciones, no sólo con su antecesor en el cargo, Mendilibar, sino también con otras más glamurosas como las que aseguran verle muchas similitudes con los discursos ganadores de Diego Pablo Simeone o incluso a Luis Aragonés.
"Las sensaciones, lógicamente, son de felicidad, de mucha ilusión y de ambición con el proyecto, con lo que el club me puede brindar a mí y viceversa. Soy optimista por naturaleza, pero lo que he percibido a mi llegada es todo magnífico". "He buscado la oportunidad de dirigir a Europa, tuve otras propuestas, pero buscaba una oportunidad como ésta, con una gran plantilla, en un club ganador y con ambición y dándome la oportunidad de ingresar en Europa. Estoy muy feliz de estar aquí y con mucho optimismo y ambición".
"Indudablemente, el objetivo más importante para mí siempre va a ser el próximo partido que tengamos. Ahí hay que tener el foco. Hay que prepararse bien para que el equipo juegue bien. A eso hay que dedicarse. En el partido a partido". "Partido a partido", remarcó, en una de sus referencias comunes con Simeone.
"Es la primera vez que dirijo como entrenador en Europa, pero jugué cinco temporadas en España. Es como la primera vez que me tocó dirigir en México o en Estados Unidos, o en la selección. Lo tomo con naturalidad porque es una liga que conozco de haber jugado y porque vivo en Madrid, he hecho dos cursos en la RFEF y he estudiado mucho para seguir capacitándome... Estoy relacionado con el día a día aquí aunque es la primera vez que entreno aquí. Siempre hay una primera vez para todo".
"Lo primero, soy optimista, estoy ilusionado con lo que he podido analizar y creo que la plantilla está equilibrada, con jugadores de diferentes características en la misma posición y eso nos da variantes para potenciar el juego del equipo. Me gusta el juego combinativo, quiero dominar los partidos a través de la presión. Intentaré transmitir todo eso a los jugadores".
"No hemos hablado de refuerzos para la plantilla porque, evidentemente, siento que hoy estoy feliz con lo que tengo. Con el transcurrir de los partidos y entrenamientos uno puede detectar situaciones, pero no estoy gastando tiempo en pensar en eso ahora mismo en el mercado de invierno. Hoy mi preocupación más importante es la preparación del equipo para el próximo partido".
"Intentaremos proponer nuestro estilo, no quiero hacer comparativas y ya se verán cuáles son nuestras ideas". "Partido a partido. Cada uno es una historia diferente. LaLiga tiene una connotación, debutar en la Champions también... pero pienso sólo en el estreno contra el Real Madrid y la preparación de cara a ese partido"
"La salida de Mendilibar es dolorosa para la plantilla, siempre lo es. Era su compañero y una persona muy querida por los jugadores, pero he visto ambición y ganas de darlo todo para salir adelante y eso era lo que yo estaba esperando encontrarme el primer día. Estoy convencido de la jerarquía y la calidad de los jugadores y de la ambición del club. Yo vengo a poner trabajo y convencimiento y sé que eso no va a faltar".
"Del técnico anterior me gusta que el equipo presiona muy bien, con agresividad, que es un rasgo típico del míster. No hay que arrasar con toda la herencia, porque hay cosas que son buenas. Eso me gusta, también las transiciones rápidas. Lo que me gusta de lo que había trataré de mantenerlo y analizaré para ver dónde podemos mejorar".
"¿Simeone? Y de primer nombre se llama Diego, también (risas). Cada uno tiene su personalidad y no vale de nada compararse ni hacer copias. Hay que ser siempre fiel a uno mismo. Para mí es un honor que me puedan comparar con Simeone, que es un gran entrenador y además le tengo aprecio personal".
También fue preguntado por la similitud de su discurso con el lema 'Ganar, ganar, ganar y volver a ganar' de Luis Aragonés: "Ganar no es lo más importante ni lo único, porque lo más importante es prepararse para ganar, pues así sabes por qué estás ganando y lo puedes repetir y cuándo pierdes sabes qué has hecho mal y puedes corregirlo. Valoro mucho ganar, pero más aún prepararse bien para saber cómo ganar". "Estoy en un club ganador y en cada competición está obligado a competir. Ése es nuestro trabajo: hacer competir al equipo. Luego veremos si nos acercamos al objetivo o no".
"La gestión de la preparación no corre problema. Tenemos dos tercios de la plantilla para ir inculcando lo que queremos y cuando vayan llegando los internacionales tendremos charlas y sesiones de vídeo para acelerar ese proceso en el que vamos a estar trabajando 10 días sin ellos. Estoy acostumbrado, en la selección tienes dos entrenamientos para preparar un partido".
"Creo que tanto Jesús Navas como Sergio Ramos son líderes naturales, futbolistas de gran jerarquía, con mucho que aportar dentro y fuera del campo. Mantienen la ambición que han tenido en toda su carrera, se ve la exigencia desde fuera. Sólo hay que ver Navas, en la selección con 38 años. Es un lujo poder contar con ellos y poder sacarles el máximo proyecto en todas las facetas".
"Creo que tienes que relacionarte con todos, con los que tienen jerarquía también, claro que sí, pero hay que conocer a toda la plantilla, saber qué piensan, qué sienten... Tengo dos hijos, les he educado de la misma manera y son diferentes porque tienen emociones distintas. Un vestuario es igual, se trabaja de diferentes maneras a nivel emocional, pero no es un problema tener jugadores de tanta jerarquía. Para mí es una ayuda, porque ese tipo de jugadores siempre quieren ganar y mejorar, así que ponen las cosas fáciles al entrenador".