Isaac Romero, siempre protagonista, se consuela y conforma

Aunque lleva cuatro partidos sin marcar, Isaac Romero nunca decepciona. Como consuelo, el lebrijano, que falló dos veces mano a mano (una, incluso, doble) con Luís Maximiano, brindó su segunda asistencia consecutiva, tras la que dio a Youssef En-Nesyri ante la Real Sociedad para firmar el momentáneo 2-0. En esta ocasión, el marroquí tampoco estuvo inspirado, por lo que el '20' se alió con Dodi Lukébakio, que reaparecía tres meses después. El belga, por cierto, lleva ya tres dianas en lo que va de curso y repite contra la UD Almería, aunque en esta ocasión no sirviera para ganar. Globalmente, son ya 16 goles y siete pases definitivos en 26 encuentros oficiales, un sonoro 5+3 con la primera plantilla. Directo, vertical, exigente y difícil de frenar, el canterano demostró de nuevo que es uno de los grandes argumentos ofensivos de Quique Sánchez Flores y que merece ya una renovación en condiciones.

"Hemos sabido remontar el partido y, en una contra, nos meten ese centro que remata solo el delantero. Me voy triste por no llevarnos los tres puntos, pero feliz porque el equipo ha demostrado que puede reaccionar", apuntaba Isaac en zona mixta, donde aclaró que no se obsesiona pese a estrellarse contra el portero portugués del colista de Primera división: "A veces entra, como al principio, y hoy no ha querido entrar el balón. Intento ayudar en lo que puedo; he tenido la suerte de dar el pase a Lukébakio". Un alarde de modestia para quien ha salido del barro y, por tanto, concede también sus méritos al conjunto de Gaizka Garitano, que no ha ganado todavía en lo que va de temporada (28 jornadas) y está a punto de certificar matemáticamente el descenso a Segunda: "Vayas donde vayas, ésta es una pedazo de categoría. Claro que son buenos y cuesta ganar en cualquier campo. Nos llevamos un punto, que también nos vale de algo".

De los que regresaron, compareció brevemente el belga, que se limitó a decir en inglés que está "feliz por haber reaparecido", aunque "dolido por 2-2" final de Milovanovic. También se expresó en redes sociales otro que volvía, Marcos Acuña, que hacía suyo el discurso de un vestuario que vivió el tobogán de emociones que supone empezar perdiendo, darle la vuelta al marcador con el tiempo casi cumplido y regalar dos puntos ya en el minuto 95: "Seguiremos trabajando; no nos rendimos". La siguiente parada, en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante un rival directo como el RC Celta de Vigo, con la oportunidad pintiparada para dejarlo atrás casi definitivamente.