Fernando Ruiz
Todavía a día de hoy hay buena parte de la afición que sigue sin entender la marcha de Lucas Ocampos el pasado verano, en el último día de mercado en Países Bajos, penúltimo en España, con las prisas de ir a contrarreloj después del intento del Ajax de tumbar el traspaso por 20 millones de euros para al final tener el Sevilla que acceder a la cesión a cambio de cuatro millones más una opción de compra por 16 que evidentemente no van a ejercer vistas las pocas oportunidades de juego que ha tenido en el conjunto neerlandés.
Mucha gente se preguntaba el porqué de su salida, cuando había sido uno de los futbolistas más destacados del Sevilla durante la etapa de Julen Lopetegui, aunque en sus últimos meses su rendimiento había bajado hasta verse en el banquillo más de lo normal para él, pero que agitaba los partidos cuando salía en las segundas partes. Y ayer fue el propio Ocampos el que desveló los motivos de su salida del Sevilla, o mejor dicho, el motivo, que no fue otro que una disparidad de opiniones con el técnico, al que dejó claro que respeta y quiere por todo lo que le ha dado, pero con el que no había 'feeling' en los últimos meses.
Ambas partes llegaron a la conclusión que lo mejor era separar sus caminos, pero ahora todo es diferente. Ocampos no está disfrutando en Ámsterdam y Julen Lopetegui está en un nuevo proyecto en Wolverhampton. Lo que les separaba ya no existe y no hay motivo para no deshacer lo hecho el pasado agosto. En primer lugar porque el Sevilla FC necesita de futbolistas de carácter, con actitud ultracompetitiva y de eso, Ocampos va sobrado. Podrá haber estado más o menos acertado en sus últimos meses en Nervión, pero un jugador que coge el balón y siempre mira hacia la portería rival, que busca el espacio y corre más que nadie, es más que necesario en este equipo de Sampaoli.
El propio Sampaoli así ha venido reclamándolo en algunas ruedas de prensa, ante un excesivo números de futbolistas que juegan el pie, el de Casilda solicita hombres que vayan al espacio, que rompan líneas por velocidad y ahí podríamos ver la mejor versión de Ocampos. Además, ¿puede ofrecer el mercado de enero una opción mejor que Ocampos? Dependerá mucho de si Monchi es capaz de sacar a relucir su chistera, esa que el verano pasado estuvo perdida, pero a día hoy parece la opción más sensata.
Lucas Ocampos, además, ofrece algo que no podría ofrecer un jugador nuevo, adaptación inmediata. Conoce la casa, el club, el vestuario los empleados, todo. No en vano, era el segundo capitán del equipo el pasado verano y todavía sigue acumulando más minutos con el Sevilla en los tres primeros partidos de Liga que en casi tres meses con el Ajax. Recuerdo que Monchi reconoció en una entrevista que uno de los peores fallos de un director deportivo era el de no corregir un error anterior cuanto antes, ya fuera en entradas o salidas, y con Ocampos, está a tiempo de corregirlo en enero. Por eso desde aquí yo digo: Ocampos, vuelve al Sevilla.