Máxima tensión en el Almería con Dion Lopy y Rubi como protagonistas
El momento de euforia en el Almería cuando este vencía al Eibar fue disipado por un episodio de tensión entre el centrocampista del cuadro andaluz, Dion Lopy, y su entrenador, Rubi. El mediocentro no se tomó bien el cambio y a partir de ahí se originó un pequeño conflicto con su técnico

El Almería está de dulce en los últimos tiempos, atrás queda ese comienzo de liga con duda donde el equipo le costó arrancar pero lo cierto es que a día de hoy, la realidad es totalmente diferente. La marcha de Luis Suárez ya es prácticamente anecdótica y a pesar de que los registros goleadores han bajado en lo que se refiere a sus delanteros, algunos jugadores se han desatado a nivel goleador y tiran del carro en este sentido, caso por ejemplo de Adrián Embarba o Sergio Arribas. Este buen momento se volvió a ver esta jornada donde los de Rubi consiguieron la victoria ante el Eibar y siguen la estela del líder, el Racing de Santander como segundo clasificado.
La euforia que llegó a su fin
Lo cierto es que desde bien temprano, el equipo indálico dejó encarrilado su encuentro frente a unos armeros que se han acercado peligrosamente a la zona de descenso. El buen momento del equipo mediterráneo quedó enturbiado este domingo en el momento en el que Rubi tomó la decisión de sustituir a Dion Lopy del terreno de juego en lo que sería el primer cambio de los andaluces. Este momento no fue plato de buen gusto para un jugador que al marcharse estuvo murmurando y realizando gestos que invitaban a pensar que iban en contra de la decisión de su entrenador.
El desplante a Rubi
La cosa es que esos gestos no provocaron a priori el enfado del entrenador que lejos de ello se acercó al mediocentro senegalés para ofrecerle la mano y la respuesta de este fue ignorar el gesto del míster. Esto si provocó que Rubi si se alterara señalando al jugador con el dedo y acompañándolo hasta el banquillo. Este momento evolucionó hasta tal punto que pesos pesados del equipo como Lucas Robertone o Fernando Martínez se vieron obligados a intervenir con el objetivo de que el conflicto no evolucionara. El origen de cambio parece haber sido el no intentar que el jugador viera otra amarilla ya que es propenso a ello. De esta manera se evitó su expulsión.
Las palabras de Rubi sobre el gesto
Tras el término del encuentro, Rubi quiso tener palabras sobre este momento donde se mostró tajante. "No me ha gustado ni a mí ni a ti ni a nadie. Cuando uno cuestiona una decisión cualquier del entrenador, hay que respetarla. Él ha tenido un calentón, se ha equivocado y la vamos a gestionar como siempre lo hemos hecho, con normalidad y aplicando nuestro protocolo. No hay que darle más vueltas y no voy a hacer una montaña porque no es una cosa habitual. Sin más, no hay mucho más que decir".