Fernando Alonso se vuelve a quejar de la sanción
La FIA ha desvelado sus directrices a la hora de sancionar, lo que ha provocado mucho revuelo entre los pilotos, especialmente Fernando Alonso, quien ha vuelto a poner el grito en el cielo por lo sucedido el año pasado en Australia

Si algo dan los años es experiencia, pero muchas veces la veteranía también ayuda a tener el poso suficiente como para poder decir siempre lo que uno quiera sin tener que pensar en el que dirán o en las consecuencias que pueda tener. Un ejemplo claro es Fernando Alonso, que a punto de cumplir 44 años sigue pilotando en busca de un milagro que le haga ser de nuevo competitivo, algo que no termina de llegar. Pero mientras se ha convertido en el azote de la FIA, pues se atreve a hablar de lo que otros callan. Por ejemplo estos días en Austria en los que han desvelado el procedimiento de sanciones y él se ha acordado de la que se llevó en Australia hace unos meses, la más fuerte que se ha dado sin contacto en la historia.
Hay que remontarse muchos meses atrás, cuando en Albert Park el español y George Russell peleaban una posición y el británico acabó contra el muro por culpa, supuestamente, de una mala maniobra del español. El resultado fueron 20 segundos de sanción y tres puntos de la superlicencia, en la sanción "más dura" de los últimos 20 años", y por la que tiene aún cierto resquemor. "Estas cosas no son buenas, aunque todos tratamos de aprender y ajustar”.
Sobre las bases completas publicadas tampoco se ha escondido, alegando lo que piensa que debería ser el espíritu de este proceso sancionador. "Cuando cometes un error y cruzas la línea blanca, o te pasas de velocidad en el pit lane, es un error de pilotaje que se puede penalizar con cinco segundos o un ‘drive through’, y cuando empujas a alguien hacia la hierba en medio de la hierba puedes recibir puntos de penalización, porque es conducción peligrosa".

La importancia del domingo
Volviendo a lo importante, las carreras, este fin de semana en Red Bull Ring Alonso espera mejorar. La del año pasado fue su peor carrera de todo el año y va a buscar mejorar. El Aston Martin llega en un momento dulce, aunque el veloz circuito austriaco puede no ser el que mejor le viene. Además, aunque el sábado le preocupa menos, el domingo es otra historia. El trazado es muy agradecido para adelantar y si el coche no corre, lo van a pasar muy mal. "La parrilla está muy apretada y si empiezas muy atrás es difícil adelantar, la ventaja de ritmo será de dos o tres décimas. Y también al revés, y los puntos pueden quedar fuera de tu alcance". Eso sí, tienen algunas ideas para subsanar esa diferencia de velocidad dominical.