Alexander Zverev se recupera en Nueva York

Junto a Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, la gran estrella del tenis actual, obviando a Novak Djokovic que pese a su edad sigue siendo una gran referencia, es Alexander Zverev. El alemán es quizá la vieja confiable en lo que se refiere a la zona más terrenal del deporte de la raqueta. En su condición de número 3 del mundo se pueden entender muchas cosas. Sin embargo, lo que está claro es que le cuesta traducirlo a actuaciones destacadas en los Grand Slam, ya que aún no ha sido capaz de levantar ninguno. Eso es precisamente lo que está lastrando su carrera y hace que cada día se sienta más frustrado.

Y es que pese a sumar un palmarés bien cargado de Masters 1000, con dos oros olímpicos o unas ATP Finals, la realidad es que le persigue el haber estado tantas veces a punto de un grande y no haberlo conquistado. Por eso mismo tocó fondo hace unos meses, cuando en la primera ronda de Wimbledon y tras perder de forma más que sorpresiva, confesó que el tenis le estaba superando y necesitaba parar: "Nunca me había sentido tan vacío. No siento ninguna alegría en nada de lo que hago, ni siquiera cuando gano".

Es por eso que de cara al US Open y al contrario de lo que hace normalmente después de un torneo, que es entrenar y darlo todo de nuevo, optó por tomarlo con más calma. De hecho el de Hamburgo optó por irse de vacaciones con sus amigos y guardar la raqueta, además de tratar de apoyarse en profesionales. Todo esto parece que le ha ayudado, porque ha llegado con las energías renovadas a Nueva York.

Un nuevo Sasha

Estas semanas ha estado disputando los Masters 1000 de Toronto y Cincinnati y pese a no conseguir la victoria, se ha reencontrado con algo más importante, su amor al tenis y la sensación de disfrutar en la pista. "Tengo la impresión de que las cosas van por buen camino, estoy en la dirección correcta". Además de que también estuvo en Manacor viendo a Rafa y Toni Nadal, lo que le ha servido para sumar otros 'inputs' y tener aún más armas para pelear de tú a tú con Alcaraz y Sinner. "Se trata de encontrar formas de vencer a los mejores del mundo, encontrar los esquemas adecuados, los métodos de entrenamiento adecuados para lograrlo. Por eso fui a ver a Rafa y a Toni, quería tener una nueva perspectiva sobre mi tenis".