Se carga a otro top ten y consolida la gran historia del Masters 1000 de Cincinnati
Térence Atmane sigue con su semana fantástica en Cincinnati y ha conseguido colarse en las semifinales tras derrotar a otro top 10 del mundo como Holger Rune

La vida puede cambiar en una semana y en el deporte profesional más aún. Si no que se lo digan a Térence Atmane, un tenista desconocido para el gran público y cuya vida profesional se solía limitar a Challengers y a pelear por colarse en las primeras rondas de la mayoría de torneos importantes, pero que de repente, tras una serie de partidos donde ha ido un paso más allá en su tenis, se ha colado en las semifinales de todo un Masters 1000 como el de Cincinnati. Además, lo está haciendo a lo grande, pasando por encima de jugadores consagrados entre los diez mejores del mundo.
El galo llegó a Cincinnati como el 136 del mundo, una cifra que va a reducirse muy ostensiblemente, pues ya con los puntos que ha sumado por colarse en la penúltima ronda ascendería hasta un nada desdeñable puesto 107, que va a ser el mejor de su carrera. Además, va a tener la oportunidad de ir incluso un paso más allá, midiéndose a la gran estrella del tenis mundial, un Jannik Sinner que está inconmensurable estos días. Pero pase lo que pase, Atmane sale muy crecido de este evento que sirve de prolegómeno al US Open.
Holger Rune, un pañuelo en sus manos
Atmane venía avisando de lo que era capaz después de dar un golpe sobre la mesa con una trabajada victoria sobre Taylor Fritz, el cuarto favorito y que pinchó delante de los suyos. Sin embargo, ese triunfo tan trabajado y duro no hacía posible imaginarse lo visto este jueves en el turno de noche del Masters 1000 de Ohio. Enfrente, Holger Rune, 9ª raqueta mundial y una de esas nuevas joyas del tenis que tiene talento infinito y al que solo le falta dar un pequeño paso para instalarse en el olimpo.

Pues bien, el francés le arrasó sin contemplaciones, en dos sets y permitiéndole solo hacer 5 juegos para el 6-2 y 6-3 final. Volando sobre la pista, sacando a la perfección y arriesgando mucho, pero con un porcentaje de éxito digno de los más grandes. Así, por pura osadía y sin tener nada que perder está viviendo su momento y confirmando lo que sabíamos, que el espacio entre los 50 mejores de la ATP y los que vienen por detrás, no es tan grande como se podría imaginar. Aunque eso sí, ahora va a comprobar de verdad cuál es su nivel real contra el gran 'capo'.