Da la campanada del Masters 1000 de Cincinnati y deja hundido al público local
Taylor Fritz tenía una gran oportunidad de ser profeta en su tierra en el Masters 1000 de Cincinnati, sin embargo, ha caído de forma muy dolorosa en los octavos de final ante la gran sorpresa del torneo, Térence Atmane

El tenis en Estados Unidos está en un momento muy dulce, donde hay varios jugadores en el top 10 de la ATP y otros tantos que lo bordean en en algunos momentos puntuales lo han pisado y lo tienen cerca. Pero entre todos destaca sobremanera la figura de Taylor Fritz, asentado entre los cuatro mejores del planeta y más que acostumbrado a llegar a las instancias finales en Grand Slams y WTA 1000. El de San Diego es la gran esperanza de un público muy nacionalista como el yankee y en torneos como el Masters 1000 de Cincinnati que se está disputando ahora mismo, esa sensación crece. Sin embargo, no la ha podido corresponder.
Fritz partía como el cuarto cabeza de serie y por condiciones lo tenía todo para llegar lejos, además con un cuadro que se le había ido limpiando solo, pero la realidad tenía unos planes muy diferentes. Tras ganar en su debut a Emilio Nava con solvencia y hacer lo propio en tercera ronda con Lorenzo Sonego, en los octavos de final le esperaba Térence Atmane. El galo se aprovechó de la retirada de Davidovich y del pinchazo de Fonseca para llegar a esta fase desde la previa, pero lejos de ser una comparsa, ha dado la sorpresa del torneo acabando con Fritz en tres sets.

Una remontada de las que duelen
El gigante francés está haciendo del saque y de la potencia su seña de identidad y así, a base e arriesgar, con la pizca de suerte necesaria y el descaro que le dan los 22 años, ha ejecutado a la perfección su táctica. Incluso teniendo que hacer frente a verse por detrás después de caer en un primer set donde las cosas se le complicaron una vez que perdió un servicio, algo que en la tan veloz pista de Cincinnati se paga y mucho. Pero el galo no se hundió y con la fortaleza de sus irreductibles antepasados aguantó hasta que tuvo su oportunidad de quiebre en la segunda manga, cuando todo apuntaba al desempate.
El partido llegaba a un inesperado tercer set en el que todo podía pasar. Fritz encogido por la situación y Atmane crecido por las circunstancias. El caldo de cultivo perfecto para una gran sorpresa estaba preparado y terminó de confirmarse con un 6-3. Así el europeo ya está en cuartos de final, donde se medirá a Holger Rune, séptimo cabeza de serie, en busxa de ampliar el sueño que está viviendo estos días.