Carlos Alcaraz llega a tiempo a Cincinnati

Volver a tenis después de semanas de parón y hacerlo en una nueva superficie y tras una dura derrota es algo muy complicado, tanto que Carlos Alcaraz lo pasó muy mal en sus dos primeros partidos en el Masters 1000 de Cincinnati ante Damir Dzumhur y Hamad Medjedovic. Sin embargo, ahora que la competencia empieza a mejorar y cada vez los rivales son más fuertes, el nivel del murciano está creciendo exponencialmente, tanto que en los octavos de final ha superado, no sin complicaciones, eso sí, a un Luca Nardi que en el segundo set supo igualar el ritmo de bola que le imponía el español en la rapidísima pista de Ohio, pero aún así no fue capaz de alargar el partido.

Los primeros juegos de Carlitos, especialmente en estas primeras rondas en las que aún está frío y en proceso de adaptación a la pista, suelen ser malos. No ha sido el caso contra Nardi, pues desde el primer juego, en el que ha comenzado sacando, ha sido una apisonadora. Un juego, otro y así hasta el 6-1 final, con dos roturas de por medio. Alcaraz estaba muy cómodo, aunque eso sí, ayudado por el transalpino, que estaba muy inconsistente, superado por la velocidad de las bolas que le venían enfrente y sobre todo, fallando bolas que no tocaban ante el número 2 del mundo.

Un mejora inútil

Tras verse tan superado en el primer parcial todo hacía indicar que Nardi se iba a dejar ir, pero nada más lejos de la realidad. Un jugador aguerrido como él supo jugar sus cartas y a base de subir el ritmo y sobre todo, fallar menos bolas, empezó a ganar juegos. Tantos que incluso logró una rotura que le colocó con 4 a 2 y saque. Una ventaja efímera, que una vez que Alcaraz se conectó, quedó en nada.

Primero el contrabreak, después mantener el saque y así se colocó con 4-4 al resto, sabedor de que el partido estaba en este juego. Y le costó hasta cuatro oportunidades, pero al final lo logró, ayudado por un Nardi hundido por las dobles faltas. Una nueva rotura que le dio la opción de cerrar el partido con su servicio y ahí no falló, poniendo el 6-4 final en poco más de 80 minutos. Un gran paso para el de El Palmar, que ahora se medirá en los cuartos de final contra un jugador muy peligroso en estas pistas como Andrey Rublev, que venció a Fran Comesaña en su duelo de octavos.