El Masters 1000 de Roma ha sido la reaparición en las pistas de Carlos Alcaraz después de su lesión. El tenista español no pudo competir al máximo rendimiento en la final del Conde de Godó debido a unas molestias físicas, que resultaron ser más graves de lo que en principio parecía y tuvo que retirarse del Mutua Madrid Open por un desgarro en el abductor de su pierna derecha, haciendo saltar todas las alarmas de cara a Roland Garros.
Una preocupación que ya se ha calmado después de su primer partido en el Foro Itálico, en el que se ha mostrado muy contundente para superar su debut y seguir avanzando en esta competición, en la que sigue siendo uno de los favoritos, aunque esta vez también entra en las apuestas Jannik Sinner. El número tres del mundo ha derrotado a Dusan Lajovic por un doble 3-6 y ya espera rival para la siguiente ronda.
En menos de una hora y media Carlos Alcaraz ha resuelto su primer partido en Roma. El murciano no tenía un rival especialmente complejo, enfrentándose al número 80 del ranking de la ATP, pero en este torneo ya ha habido varias sorpresas y nunca hay que confiarse. Por ello, desde el inicio de partido, Alcaraz no ha querido dar opciones a su rival y le ha roto el servicio en el primer juego, poniéndose con 0-4 a su favor. A partir de entonces, el serbio ha podido sumar para no quedarse en blanco, pero aún así el español tenía mucha ventaja.
La segunda manga no ha sido muy diferente, con el murciano imponiéndose desde los primeros juegos y Lajovic tratando de seguirle el ritmo, pero sin muchas posibilidades. Un partido firme del español que despeja las dudas sobre su estado físico tras su lesión. En la siguiente ronda, Carlitos se tendrá que enfrentar al ganador del duelo entre Alex Michelsen y Laslo Djere.
Esta primera victoria ha sido importante para el número tres del mundo ya que ha sido 'cómoda'. El español no ha querido forzarse mucho y ha competido en esta cita tras su regreso con un vendaje en el abductor. Lo hace por precaución ya que su recuperación ha sido pronta y ajustada, y no quiere recaer de cara a Roland Garros, la competición en la que todos los tenistas tienen puesta la mirada.