Carlos Alcaraz prepara el escudo en Roland Garros

Carlos Alcaraz está teniendo en Roland Garros un camino mucho más complicado de lo que pudiera esperarse por los nombres de sus rivales. Solo estuvo cómodo en la primera ronda, donde la lesión de Kei Nishikori hizo que su oponente fuera Giulio Zeppieri, mucho más débil y como tal lo arrasó. Sin embargo, en segunda ronda Fabian Marozsan le obligó a jugar cuatro sets y le hizo pasar un mal rato, forzando la máquina mucho antes de lo que hubiera imaginado. Aún así la tercera ronda fue la que de verdad le forzó, pues un rival aparentemente menor como Damir Dzumhur tuvo un trance que le dio el tercer set y por poco el cuarto.

Al final Carlitos aguantó, se agarro a la pista y se llevó el duelo tras tres horas y veinte de partido, un desgaste innecesario del que salió indemne, pero que le puede pasar factura de cara a la siguiente ronda. En octavos de final el español se va a enfrentar a un rival de categoría como Ben Shelton, decimotercera raqueta mundial. El yankee no es ni mucho menos un buen terrícola o al menos no es su superficie fetiche, pero si que ha tenido buenas actuaciones, además de que siempre se suele crecer en las grandes citas.

Por lo pronto Shelton va a tener una pequeña ventaja y es que va a llegar fresco, ya que en la segunda ronda no tuvo que saltar a la pista por la retirada de Hugo Gaston y eso le permitió recuperarse de la batalla de su debut, en la que casi acaba con él Lorenzo Sonego. Así se plantó en la tercera fase, donde arrasó a Matteo Gigante, quien venía de dar la sorpresa contra Stefanos Tsitsipas, pero ahora será otra historia totalmente diferente.

Un rival peligroso, pero que se le da bien

Para Alcaraz, Shelton no es ni mucho menos un rival cómodo, pero si que es alguien que se le da bien, ya que en los dos duelos previos en Canadá 2023 y en la Laver Cup del año pasado, le superó. Aunque eso sí, va a tener que estar preparado, pues los cañonazos del zurdo de Atlanta no se parecen en nada a lo que ha enfrentado hasta ahora en París, que han sido jugadores mucho más especializados en la tierra batida y que le podían plantear más dureza, mientras que el peligro del 'yankee' es más su gran agresividad y potencia.