Casper Ruud logra el mayor triunfo de su vida en el Mutua Madrid Open
Casper Ruud ha conseguido en el Mutua Madrid Open el gran triunfo de su vida después de ganar en una agónica final a Jack Draper, tras dos horas y media de sufrimiento, el noruego al fin tiene un Masters 1000 en su palmarés

Casper Ruud no olvidará jamás la Caja Mágica. Después de una carrera plagada de finales agónicas y derrotas muy sonadas, le ha tocado vivir su gran momento en el Mutua Madrid Open. El noruego llegó a la capital española en medio de una mala racha, pero tras jugar un gran tenis durante las dos semanas de evento se había plantado en la gran final de forma muy merecida. El problema es que enfrente tenía al probablemente mejor jugador del momento, Jack Draper. Y tras una agonía de dos horas y media ha terminado alzando los brazos después de tres sets. un gran hito en su carrera, que además le devuelve al top 10 de la ATP, en concreto al 7º puesto.
Idas y venidas
La clave iba a estar en quien fuera capaz de hacer más daño al resto, y de entrada Casper Ruud, que tenía el 'honor' de abrir el partido con el saque, pudo mantenerlo, pero con sufrimiento. Porque Draper cogió pronto el ritmo, especialmente al servicio. Sin embargo, el tercer juego fue el punto de inflexión. Jack Draper consiguió la rotura, más por demérito de Ruud que por mérito propio, pues dos dobles faltas del noruego y un erro clamoroso con la volea le abrieron el camino. Una vez conseguido el quiebre, el londinense lo tenía en su mano manteniendo el saque. Pero Ruud, lejos de venirse abajo, comenzó a carburar.

Descifró la derecha con la que Draper lo estaba masacrando y a base de poner mas peso en las bolas, le generó incomodidad. El problema es el cañón que tiene por saque el de Sutton, el mismo que le salvó en los turnos en los que estaba sufriendo. Pero en el décimo juego, cuando servia para cerrar el set, no pudo más. Un Ruud crecido consiguió salvar la situación primero, y confirmarlo después. Ahora la pelota estaba en el tejado de un Draper que tras su fulgurante inicio no parecía estar cómodo: estiramientos tras los puntos, desplazamientos mas lentos y discusiones con el box. Y efectivamente, eso acabó con el noruego dando la vuelta a la situación y cerrando el primer set.
Una oportunidad desaprovechada
La sorpresa se estaba cocinando en la Manolo Santana, más aún cuando en el comienzo del segundo parcial, lejos de despejar las dudas, Draper ha mostrado aún más carencias físicas. Los desplazamientos hacia la izquierda le costaban y Ruud no perdía oportunidad de aprovecharlo. Aún así, los saques y la potencia exuberante del británico le daban la opción de mantener sus saques, pero al resto no le daba el físico.
Hasta que en el séptimo juego Ruud, que estaba haciendo un esfuerzo mental descomunal, se desconectó y lo pagó perdiendo su servicio. Pero confirmarlo iba a ser otra historial, sufrió para hacerlo, pero tras levantar dos bolas de rotura para el noruego, lo consiguió. Perder ese gran oportunidad le asestó un golpe demasiado duro al escandinavo, tanto que cuando sacaba para mantenerse en el set, no pudo aguantar, permitiendo al inglés forzar el tercer y definitivo parcial.
Todo a una carta
Un set que vale un Masters 1000 prometía ser una batalla y efectivamente, lo fue. Los dos tenistas dándolo todo, con las derechas carburando al máximo. A Draper le corría como toda la semana y Ruud llegó a su pico en el momento justo. De hecho fue él el que gozó de la primera gran oportunidad de dar el golpe, cuando tuvo tres bolas de rotura en el tercer juego, pero una vez más, el cañón inglés salvó la papeleta. La misma situación que en el saque del noruego, que también tuvo que solventar dos oportunidades en contra.
No fue a la primera, tampoco a la segunda, pero a la tercera llegó el ansiado quiebre. Casper Ruud aprovechó la oportunidad y se colocó en la posición soñada para levantar su primer Masters 1000. Estaba en su mano y solo tenía que -casi nada- aguantar sus saques. A la primera lo consiguió, confirmando la rotura. Casi acelera el desenlace con una nueva bola de rotura en el siguiente saque de Draper, pero esta vez la desaprovechó. Y se llevó su siguiente turno para poner con 5-3, lo que le daba dos oportunidad de cerrar el torneo, una al resto y otra al saque. Y lo ha hecho sirviendo, poniendo un marcador final de 7-5, 3-6 y 6-4 para lograr el mayor triunfo de su carrera.