El díscolo que sale de fiesta antes de los partidos amenaza a la sensación de Roland Garros
Aleksandsr Bublik es una de las personalidades más pintorescas de la ATP y es consciente de ello, tanto que reconoce que incluso puede llegar a salir de fiesta por París antes de jugar, algo que le supondría un problema ante Jack Draper
El tenis es un deporte de personalidades llamativas. Pasar tantas horas luchando contra un rival y sobre todo contra uno mismo, mientras el físico llega al límite y el único objetivo es meter la pelota en el campo contrario más veces de lo que lo haga tu oponente, genera una presión a la que muy pocos son capaces de hacer frente. Por eso mismo vemos muchos perfiles diferentes entre los protagonistas. Hay auténticos robots, como Sinner o Djokovic; otros más 'showmans' como Shelton o Alcaraz; e incluso hay especímenes muy pintorescos como Moutet, Medvedev o quien nos atañe, Aleksandr Bublik.
El caso del kazajo es paradigmático, pues tiene un talento como pocos hay en el circuito, pero a la vez tiene una cabeza que dista mucho de la de un jugador de la más absoluta élite. Un ejemplo de estos llegó hace unos meses, cuando jugando ante otro de esos 'locos' del circuito como Corentin Moutet se enzarzaron en una guerra que casi acaba en una reyerta callejera. Sin embargo, hay semanas en las se centra algo más en el tenis, como está siendo el caso en Roland Garros, donde está en octavos de final tras jugar muy bien y ahora va a desafiar a Jack Draper.
En el Bosque de Bolonia ha ganado a James Duckworth, Henrique Roche y sobre todo a Álex de Miñaur, noveno favorito, al que superó en un partidazo a cinco sets. Además, lo hizo a su manera, ya que mientras considera a la mayoría de sus rivales 'robots' que solo piensan en el tenis, él lo vive de una forma muy distinta: "No creo que haga locuras, simplemente soy sociable, el tipo que te puedes encontrar de fiesta por las calles de París la noche antes de tener que jugar".
Ahora Jack Draper
Realmente este es su estilo y reconoce que cuando ha intentado cambiarlo y ser más profesional le ha ido peor. Falta por ver si le sirve ante los grandes, pues el nivel es otro. Un ejemplo claro será el de este lunes, cuando se mida a Jack Draper, número 5 del mundo y ahora mismo un candidato a todo.
El kazajo está impresionado con la metaforsis del de Sutton, que ha pasado en unos meses de pelear el top 40 de la ATP a ser el 5º, con un gran cambio físico de por medio, por lo que el reto de Aleksandr es mayúsculo, aunque no se agobia en exceso: "No tengo ni idea de cómo podría ganarle, así que voy a divertirme".