Djokovic se gana una revancha antes de Roland Garros
Novak Djokovic se ha reencontrado con la victoria en su debut en Ginebra, y ahora se va a enfrentar en los cuartos de final del evento suizo a su verdugo en el Mutua Madrid Open, el joven italiano Matteo Arnaldi

Roland Garros está a la vuelta de la esquina y mientras los dos más grandes tenis mundial en la actualidad, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, están descansando tras su duelo en la final del Masters 1000 de Roma, el resto de 'capos' del circuito están terminando de pulir su estado de forma hasta París. Algunos con peor suerte que otros, como Alexander Zverev, que ha perdido en octavos de Hamburgo, aunque hay quien se está sirviendo de esta semana para ganar enteros, como el caso de Novak Djokovic, que se ha estrenado con una gran victoria en el ATP 250 de Ginebra.
'Nole' ha superado en dos sets y sin apenas dudas a un 'hueso' duro como de roer como Marton Fucsovics. El húngaro no está teniendo ni mucho menos su mejor temporada ni tiene en la arcilla superficie fetiche, pero aún así es un jugador peligroso. De entrada era una gran prueba para el serbio, que tras su muy mal rendimiento en el Mutua Madrid Open y su ausencia en Roma, necesita coger ritmo. Por lo pronto le ha venido muy bien el magiar, al que ha arrasado sin demasiadas contemplaciones, por un cómodo doble 6-2. Aún así, tampoco ha dado un sensación de superioridad total, lo que denota que le queda mucho tenis guardado.
Una revancha muy esperada
Tras ganar a Fucsovics, Djokovic va a tener casi sin esperarlo un partido muy complicado. Nada más y nada menos que su verdugo en el Mutua Madrid Open, Matteo Arnaldi. El italiano le pasó por encima de forma abrupta en la Caja Mágica, en un partido lleno de errores y muy lejos del nivel que acostumbra a mostrar el balcánico. Tan mala fue la versión del campeón de 24 grandes que tras perder en dos sets, decidió no ir a Roma, dejar a Andy Murray y empezar a entrenar con su nuevo técnico, su amigo Dusan Mevic.

El duelo ante Arnaldi va a ser la oportunidad perfecta para verle pelear contra un jugador que hace muy poco le sacó los colores. Más allá de eso, es una toma de contacto importante justo el día en que va a conocer su camino en Roland Garros, donde saldrá como el sexto cabeza de serie, por lo que puede tener un rival muy duro ya en los cuartos de final. No obstante, si alguien puede emerger del subsuelo y llegar a la gloria, ese es el mejor tenista de la historia.