Holger Rune le deja un recado a España tras su debacle
Holger Rune no fue capaz de darle el punto clave a Dinamarca ante España en la eliminatoria de Copa Davis previa a la final a 8 de Bolonia y aunque reconoció su derrota, dejó un recado muy claro al público español

La selección de Dinamarca rozó este fin de semana dar una de las grandes sorpresas de la semana en la Copa Davis cuando tuvo contra las cuerdas a España en Marbella. Dos victoria en la primera jornada que ponían muy de cara el pase a los escandinavos, más aún cuando al tener en sus filas a Holger Rune, 11ª raqueta mundial y sobre el papel, el mejor de cuantos jugadores estaban en Puente Romano. Sin embargo, Rune no fue capaz de doblegar a un Pedro Martínez que venía de jugar el dobles, pero se agarró a la pista para ganar en tres sets agónicos.
El joven jugador usó su cuenta de X para dar la enhorabuena a sus rivales y certificar su superioridad, sin embargo, una vez que se puso delante de los micrófonos no fue tan amable, puesto que se acordó del público, con el que tantas veces se encaró a lo largo del partido. "Creo que hay una pequeña diferencia entre el público danés y el español. En Dinamarca es distinto. Había un gran ambiente para ellos, pero en España noto menos respeto. Así que sí, hay una diferencia. Pero de todas formas el ambiente fue bueno".
Esto se debe a que se pasó gran parte del duelo encarándose con la grada, al punto de que varias veces se le vio desquiciado, llegando a tirar varias bolas fuera del estadio o a hacer gestos. Por eso mismo tiene claro que el mejor público de España es el de Barcelona, donde ganó este año. No obstante, tampoco culpa al ambiente de su derrota. "Creo que es divertido jugar en una atmósfera intensa. Por supuesto, mientras no pasen el límite. Hubo algunas cosas que no fueron muy correctas, pero nada que decidiera el partido".

El juez de silla, clave
Por otro lado, a quién si acusa de haber llevado a cabo un mal trabajo es al juez de silla. Al final del partido tras saludar a Pedro Martínez o David Ferrer, no hizo lo mismo con el árbitro, con el que se había encarado varias veces, una de ellas tras un doble bote que no lo era para nada. Y no escondió su malestar al explicar el motivo de no saludarle: "No se lo merecía o eso pienso yo. Fue bastante evidente que hubo demasiados errores. No fue un buen trabajo, en mi opinión. Así que no se lo merecía”.