El US Open corona a Aryna Sabalenka

No pudo ser en el Open Australia tras perder en la final contra Madison Keys; tampoco en Roland Garros, donde Coco Gauff la dejó a las puertas de la gloria; en Wimbledon fue Amanda Anisimova quien la mandó a casa en la semifinal; pero ha llegado el US Open, donde ya sabía lo que es ganar tras hacerlo en 2024, pero ahora, 12 meses después, ha repetido éxito tras superar precisamente a Anisimova en una final durísima, decidida en dos sets por 7-6 y 6-3, pero en la que ha tenido que sudar de lo lindo ante un rival que además de en Londres le había ganado en seis de las nueva ocasiones en las que se habían enfrentado.

En Wimbledon no se presentó a la final, pues Iga Swiatek le asestó una durísima derrota por un doble 6-0 incontestable, pero esta vez la de Florida salió con otra cara al duelo, tanto que pese a verse muy pronto con un break abajo supo reaccionar e igualó la contienda. Solo que a partir de ahí el partido encadenó errores y ambas se dejaron muchos servicios. La local encadenaba golpes mágicos con muchos errores y al final se le acabó la gasolina, terminando por perder el set después de otro break.

Ahora le tocaba remontar, pero no lo iba a tener nada fácil, pues Sabalenka, si bien no con la solvencia de otras veces, si que estaba muy cómoda, defendiendo y asegurando los puntos mientras era su rival la que ponía el riesgo y los golpes. El revés de Anisimova es un arma histórica, al punto de que estas semanas está corriendo más que los de Alcaraz y Sinner, pero mientras en ataque destaca, en defensa sufre con él y ese agujero lo usaba la bielorrusa.

Un duelo al sol

Sabalenka parecía tener muy controlado el partido tras otra rotura, la misma que supo mantener hasta el final, sin embargo, cuando su rival parecía estar muy tocada y no tener apenas opciones, se agarró a la pista y en el décimo juego, cuando Aryna sacaba para cerrar el partido, logró una rotura salvadora que le dio otra oportunidad. Así llegó el duelo al desempate, donde se acabó todo. Sabalenka subió otra marcha y tras un error de Anisimova se tiró al suelo a celebrar su cuarto Grand Slam, poniendo así la guinda a una temporada para el recuerdo a la que le faltaba un triunfo de esta categoría.