La resurrección de Stefanos Tsitsipas vive un nuevo episodio

Las últimas semanas del circuito ATP han traído consigo una gran resurrección, la de Stefanos Tsitsipas, que poco a poco está empezando a ser lo que fue, uno de los mejores jugadores del mundo. Y es que desde que cambió su raqueta parece que ha dado el 'click' mental que necesitaba para volver a ser el jugador agresivo y compacto que se hizo grande y una vez de vuelta al top ten, poco a poco recupera su posición entre los mejores. Por lo pronto, tras ganar en Dubai, esta semana viene cuajando un gran tenis en Indian Wells y ya está en octavos de final, dejando unas sensaciones inmejorables.

En su estreno apenas sufrió para arrasar al brasileño Thiago Seyboth Wild, pero en la tercera ronda le subía exponencialmente el nivel con Matteo Berrettini. El italiano es otro de los que trata de volver a ser lo que fue y este 2025 está a buen nivel, pero tampoco ha sido rival. Al ateniense le está corriendo el revés como nunca y lo ha aprovechado para atacar por ahí el romano, que tiene su mayor debe en este golpe. Pero no solo eso, puesto que la derecha de Stefanos, su gran arma, también está más fina que en mucho tiempo, lo que le da muchas opciones de triunfo.

Sobre el papel el duelo parecía abierto, pero desde el primer momento ha quedado claro que solo tenía un color, y es que en cada juego al resto la presión del heleno era muy alta y poco a poco ha ido diezmando las opciones de su rival hasta llevarse la primera manga por 6-3, y repetir el resultado en la segunda. Apenas 67 minutos le han bastado para lograrlo y mandar un aviso al resto de favoritos.

Holger Rune, el nuevo desafío

Se puede poner la excusa de que Wild o Berrettini no eran la mayor competencia, pero ese argumento se cae ya en los octavos, pues va a tener enfrente a un jugador de una categoría superior, Holger Rune. El danés, 12º favorito, está crecido tras llevarse uno de los partidos de la jornada contra el francés Ugo Humbert.

El galo comenzó ganando el primer set, con una fiabilidad muy alta al saque y jugando muy certero, pero cuando parecía encaminado a la victoria, el escandinavo se rehizo, cerrando primero el segundo parcial por 6-4 y sobre todo, aguantando el, chaparrón en el decisivo. Ambos lo dejaron todo en la pista, pero finalmente la balanza se decantó del lado del favorito tras aprovechar su oportunidad y cerrarlo tras más de dos horas y media por 7 a 5.