El Masters 1000 de Roma acaba de comenzar y es una cita muy esperada, no sólo por el regreso de Jannik Sinner a la competición, también porque es la antesala perfecta para Roland Garros. Este miércoles 7 de mayo ha dado inicio la primera ronda de la ATP mientras que en la WTA los primeros enfrentamientos tuvieron lugar este martes, pero este torneo se puede convertir en un auténtico desastre a lo largo de la semana.
El calendario de los partidos está establecido ya hasta el próximo domingo 18, cuando se celebre el último partido de esta cita. Sin embargo, toda esta planificación puede cambiar y volverse un desastre en los próximos días, ya que las previsiones de lluvia son muy altas y esto supone un serio problema para la competición debido a que ninguna de las pistas cuenta con cubierta.
A pesar de que el Masters 1000 de Italia es una cita que suele contar con los grandes representantes del tenis cada año, el Foro Itálico no cuenta con pistas cubiertas para hacer frente a la amenaza de la lluvia. Tanto el Campo Central, el Grand Stand Arena como el Estadio Nicola Pietrangel son al aire libre, por lo que las previsiones de agua son una mala noticia para el torneo.
Y este año se puede complicar bastante la competición ya que la próxima semana, en la que se celebran las rondas finales de este torneo, hay una gran posibilidad de lluvias, desde el martes hasta el domingo, día que finaliza esta cita. Esto supone un verdadero inconveniente, ya que lo más seguro es que se pospongan o suspendan partidos debido a la lluvia, algo que trastoca de forma contundente el calendario establecido, y que puede hacer que se junten partidos de rondas diferentes y así beneficiar o perjudicar a algunos jugadores, como ya ha ocurrido más veces este año.
De hecho, hace tan sólo unos días en el Masters 1000 de Madrid hubo múltiples quejas por la lluvia, siendo la de Aryna Sabalenka la más destacada, pero este si tuvo fácil solución ya que la Caja Mágica cuenta con un techo retráctil. Sin embargo, otros torneos deben cancelar las jornadas o posponer los partidos.
El problema en Roma es que esta previsión meteorológica es para toda la semana, pero ampliar fechas es algo prácticamente inviable, ya que Roland Garros está a la vuelta de la esquina. Por lo que si finamente se cumplen estos pronósticos de lluvia, habrá un lío importante con las fechas, rondas y partidos, y seguro que mucha polémica.