El sufrimiento de Taylor Fritz paga en Tokio

La Laver Cup dejó claras muchas cosas el pasado fin de semana en San Francisco, sin embargo, si hay una figura a la que ensalzo, esa es la de Taylor Fritz. El tenista de San Diego vivió uno de los mejores fines de semana de su carrera deportiva, pues pese a ser un torneo oficioso, logró dos victorias de peso ante los número 1 y 3 del ranking mundial, Carlos Alcaraz y Alexander Zverev. Ganar cuatro sets de cuatro a semejantes estrellas es sinónimo de estar en una forma excelsa, por eso mismo, llega a Tokio como el gran favorito, al punto de que todo lo que no sea una final ante el murciano sería una sorpresa.

Sin embargo, la realidad siempre tiene otros planes y el estado de forma no sirve de nada si no se palpa en la pista. Eso le ha quedado más que claro a Fritz, quien lo ha pasado mal, muy mal, en su estreno en este ATP 500. Tanto que tuvo que remontar un set en contra y ganar el tercero en el 'tie break' contra el canadiense Gabriel Diallo, hasta un resultado de 4-6, 6-3 y 7-6. Fue un duelo muy igualado en el que solo se vieron dos opciones de rotura en los 18 primeros juegos, aprovechada una por cada jugador para adjudicarse sendos sets y dejando todo para la manga decisiva.

En ella ambos comenzaron rompiéndose el servicio y a partir de ahí lo solventaron todo con su saque hasta la muerte súbita, donde dos puntos ganados al resto por el estadounidense fueron suficientes para poner la directa hacia la segunda ronda. Eso sí, más allá del sufrimiento, lo que si que pudo dejar patente es que su saque está en un momento excelso.

Rune y Ruud también sufren

No solo Fritz se ha visto contra las cuerdas, si no que los dos siguientes en la lista de favoritos, Holger Rune y Casper Ruud, también han tenido que sufrir para estar en octavos. En el caso de los siguientes en la lista de favoritos, los nórdicos Casper Ruud y Holger Rune, también tuvieron que dar lo mejor de sí mismos para estar en octavos. El danés empezó mal contra el serbio Hamad Medjedovic, encajando un 3-0. Sin embargo logró remontar la primera manga y sellarla en un 'tie break' en el que se repartieron seis pérdidas de saque en los últimos nueve puntos. Distinto fue el segundo parcial, con Rune situándose 5-0 arriba para acabar ganando por 6-1.

El noruego, por su parte, cedió el primer set ante el local Shintaro Mochizuki, 106 del mundo y que llegaba con una invitación, pero al que acabó respondiendo de forma contundente, ganando tres de los primeros cuatro juegos del segundo set en blanco y posteriormente el tercero sin conceder opción de quiebre, hasta el 4-6, 6-1 y 6-1.