José Antonio Rivero3 min lecturaEl Ministerio de Trabajo y Economía Social ha tomado una controvertida decisión al destinar una suma considerable de aproximadamente 68.000 euros para la compra de diversos dulces y bollería. Esta medida ha generado sorpresa y ha desatado un debate sobre su coherencia con las políticas de salud y alimentación previamente promovidas por el Gobierno.
La selección de productos realizada por el departamento, bajo la dirección de Yolanda Díaz, incluye una amplia gama de opciones. Entre ellas se encuentran churros y porras, croissants de mantequilla, minibollería variada, napolitanas normales y con chocolate, así como una gran cantidad de chapatinas, sumando un total de 28.000 unidades.
El desglose del gasto revela que se han destinado sumas significativas de dinero a cada tipo de producto adquirido. Destacando entre ellos, las chapatinas han sido catalogadas como el artículo más costoso, con un desembolso total de 14.000 euros. La empresa Frutícolas Ateca, con sede en Ocaña (Toledo), ha sido la adjudicataria de este contrato, el cual está programado para finalizar el próximo 20 de marzo tras el suministro de los productos.
Los dulces y la bollería adquiridos estarán disponibles para su compra en la cafetería del Ministerio, ubicada en el complejo Nuevos Ministerios del Paseo de la Castellana, 63. Además de los funcionarios del Ministerio de Trabajo, los empleados de otros ministerios también tendrán acceso a estos productos, ampliando así el alcance de esta iniciativa.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha instado al PSOE durante las negociaciones para los Presupuestos de 2024 a abordar las "injusticias fiscales" existentes, como la exención de IVA en la educación y la sanidad privadas, así como la equiparación de impuestos entre bienes de lujo y otros de uso común.
"Buscamos una democratización económica en cuanto a los ingresos públicos", expresó Díaz en una entrevista con EFE, donde detalló que otra de sus principales solicitudes al socio de Gobierno es que las rentas de capital tributen a tasas más elevadas que las rentas del trabajo en el IRPF.
"Queremos que las rentas del trabajo tengan una carga fiscal menor que las del capital (...) También abogamos por reformar aspectos clave en un impuesto regresivo e inequitativo como es el IVA (...) Estamos subvencionando de alguna manera la educación privada, sin mencionar la educación concertada. ¿Es justo que los servicios de salud privados en España estén exentos de tributación al 0 %?", cuestionó.