Nico Williams | Here we go
Mientras que el Athletic Club se muestra intransigente -cláusula o nada- el Barça utiliza su maquinaria para allanarse el camino ante la falta de liquidez y toda la presión recae sobre un señalado Nico Williams que queda en una posición muy comprometida: pintadas, reproches de la afición... El 'Here we go' se antoja obligado, aunque finalmente no pueda ser al Barça

No lo ha conseguido. La intención de Nico Williams, siempre, ha sido la de no convertirse de nuevo en el culebrón del verano, como ya sucediera el pasado curso, cuando su explosión con la selección española de Luis de la Fuente ante los ojos de toda Europa en la Euro de Alemania lo elevara hasta el preciado objeto de deseo que fue durante semanas.
Como ya le ocurriera el pasado agosto, con el mercado de fichajes casi sin haber levantado aún la persiana, Nico Williams se ha convertido ya en la comidilla de todos en el mundo futbolístico. Haya reactivado él, o no, su interés por el FC Barcelona, ofreciéndose a través de su representante con una reunión mantenida con Deco, director deportivo del conjunto culé, lo cierto es que la oficialidad de su fichaje por el conjunto azulgrana sigue prácticamente parado en el mismo punto que quedó hace prácticamente un año. Mucho interés, mucho ruido, pero más deseo e intención que ‘cash’ para acometer su contratación.
Y mira que el Barça, aunque sea un poquito, está mejor que hace un año. Como prueba, los 25 millones de euros que ha abonado de una tacada para hacerse con Joan García también bajo la fórmula de la cláusula de rescisión. Un movimiento que, por otro lado, también dificulta el de Nico Williams, por mucho que se presente como una ganga. Y es que 58 kilos por el extremo del Athletic Club -62, teniendo en cuenta el IPC- se antojan calderilla por un futbolista de esa talla y tan sólo 22 años.
En Inglaterra y en Alemania, sin embargo, lo tienen claro en ambos aspectos, deseosos de conseguir el ‘Green light’ de Nico para conseguir cerrar la operación, algo que por el momento se resiste, pues el deseo del futbolista, visto lo visto, es ir al FC Barcelona o permanecer en LaLiga con un Athletic Club que este curso, además, le brindará la oportunidad de competir en Champions.
El esperado ‘Here we go’ -coletilla que el especialista en mercado Fabrizio Romano ha hecho suya hasta ponerla en boca de todos- no acaba de llegar para los culés, que están jugando sus cartas, tanto con la artillería de la prensa culé como con declaraciones de su director deportivo, señalando públicamente al deseo del futbolista de jugar en el Camp Nou, aunque eso, a la postre, pueda resultar perjudicial también para el propio Nico Williams.
El Athletic Club se muestra intransigente ante las presiones, remitiéndose a la cláusula del futbolista. De ahí que sea el joven Nico Williams quien sostenga ahora toda la presión de la negociación, con lo que ello puede suponer para un futbolista de tan corta edad. Ejemplos al respecto tenemos mucho en el mundo del fútbol, de ahí que no sea extraño que el propio club bilbaíno -a través de un comunicado- haya salido también en defensa del mismo, tratando frenar las pintadas que la afición le ha dirigido y de quitar el foco sobre su persona. Su hermano Iñaki o el ex director deportivo del Athletic Club, Rafa Alkorta, también se han referido a ello. Unos momentos de tensión que pueden acabar fracturando la imagen de Nico Williams en San Mamés, donde está llamado a ser el ídolo y el referente que hoy día es su hermano Iñaki Williams.
Una situación comprometida para el futbolista, que de no acabar cristalizando lo del Barcelona, podría dejarlo en una situación muy delicada. No es de extrañar, por tanto, que el Bayern siga pendiente al asunto, por si puede aprovecharse de ello. Y es que visto lo visto, el ‘Here we go’ de Nico Williams puede acabar siendo obligado, aunque el Barça no tenga los 62 millones que necesita para acabar abonando al contado. El Arsenal de Arteta, para el que el extremo ha sido una obsesión, también estará muy pendiente a ello. No me cabe duda.
